Tras una semana sin fumar, casi toda la nicotina habrá salido de tu cuerpo, aumentando además el sentido del olfato y el gusto
Dejar de fumar solo reporta beneficios, y no son pocos. De hecho, basta un solo día sin encender un cigarrillo para comenzar a notar los primeros beneficios para la salud. Así, por ejemplo, tras un día sin fumar los niveles de oxígeno y monóxido de carbono vuelven a ser normales, y la posibilidad de ataque cardiaco disminuye. Tras una semana sin fumar, casi toda la nicotina habrá salido de tu cuerpo, aumentando además el sentido del olfato y el gusto.
Si has decidido decir adiós al tabaco, estos consejos te pueden ayudar para evitar caer en la tentación de encender un cigarrillo.
Debes concentrarte en la idea: 'Hoy no voy a fumar', piensa sólo en el día que estás.
Repasa frecuentemente tus motivos para dejar de fumar.
Cuida tu alimentación y toma abundantes líquidos, entre ellos, zumos de fruta ricas en vitamina C, que te ayudarán a eliminar más rápidamente la nicotina.
Después de comer, tras lavarte los dientes, pasea o realiza alguna actividad que te resulte agradable.
Elimina por ahora las bebidas alcohólicas, el café y cualquier otra bebida que acostumbres a acompañar con el tabaco. Evita situaciones que te supongan mayor incitación a fumar.
En caso de nerviosismo o irritabilidad pasea, toma un baño o haz algo relajante.
Si te encuentras cansado, aumenta las horas de sueño.
Identifica las situaciones que te provocan mayor tensión para evitarlas.
Una vez conseguida la abstinencia hay que buscar alternativas que ayuden a mantenerse sin fumar (de salud, ocio, tiempo libre, diversión?).
Si sientes deseos de fumar
Distrae el pensamiento. Piensa en tus motivos para dejarlo o en algo de tu interés.
Ingiere agua o fruta, emprende alguna actividad.
Si a pesar de todo te sigue apeteciendo fumar, cambia de actividad.
Respira profundamente 3 veces seguidas ante los deseos de fumar y practica técnicas de relajación.
Recuerda que las ganas de fumar siempre se pasan en unos minutos, y que este deseo será cada vez menos intenso y frecuente.
Camina y haz ejercicio físico.
Pide a las personas de tu entorno colaboración y paciencia.
Adopta una actitud positiva, trata de verte como un exfumador.
Si te preocupa el aumento de peso: Procura comer de la misma forma y no mucho más que antes de dejar de fumar; evita alimentos ricos en calorías, añade a tu dieta más fruta y verduras; y bebe mucha agua y zumos que no engorden.