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"Si la gente del pueblo siguiera comprando aquí y nos apoyaran un poco, tiendas como la nuestra podrían tener futuro"
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"Si la gente del pueblo siguiera comprando aquí y nos apoyaran un poco, tiendas como la nuestra podrían tener futuro"

Actualizado 04/12/2021
Redacción

La responsable de este pequeño comercio muestra la realidad de su día a día y pide la colaboración vecinal para evitar que desaparezcan establecimientos como este en los pueblos

Hablar de los pequeños comercios de nuestros pueblos es hacerlo del esfuerzo diario, de los madrugones para poder obtener los mejores productos seleccionados para que, cuando llegue la hora de abrir, los vecinos puedan encontrar los mostradores llenos y siempre dispuestos desde la cercanía que ofrecen establecimientos que se forjan como más que un negocio.
Un ejemplo de ello lo encontramos en el Ultramarinos de María Teresa García Pérez, quien se sitúa frente al mostrador de su comercio en el Campo de Peñaranda desde hace casi doce años y que hoy, con la situación actual, no ve un futuro nada claro para la supervivencia del negocio.
Una tienda, que pasaba a sus manos tras la jubilación de sus anteriores propietarios, un matrimonio que durante toda la vida lo regentaron y que, tras llegar su merecido descanso y poner en valor el negocio, se convertía en el objetivo laboral de María Teresa.
"Cuando llego el momento de la decisión, valoramos la situación y vimos que no había nada en el pueblo, por lo que pensamos en apostar por la tienda, metiendo un poco de todo y ofreciendo la posibilidad a los vecinos de mayor edad de poder hacer la compra aquí y no tenga que ir fuera. Lo dimos vueltas y finalmente nos lanzamos?desde aquello han pasado ya casi 12 años" asegura.
Una aventura no exenta de esfuerzo ya que, tal y como explica María Teresa, "mi jornada los martes y viernes empieza a las cinco de la mañana, cuando marcho al Mercado a comprar género y organizar todo lo que tenemos en la tienda. Son días duros

en los que llego a mi casa a las tres de la tarde. El resto de la semana abrimos a las nueve y media pero cerramos también a esas horas" y añade que "hoy no solo apostamos por lo que tenemos en la tienda, sino que me he metido más de lleno en otras áreas, ofreciendo carnicería, pescadería, frutería y todo tipo de productos, además de recoger pedidos a gusto de cada persona. No me cuesta nada traer lo que me pidan".

Pero la realidad del hoy en Campo de Peñaranda es muy similar a la que vive el medio rural en la actualidad, algo que se traduce en la pérdida de población y los cambios de hábitos de los más jóvenes, algo que también repercute de manera directa en el día a día de tiendas como la de María Teresa. "Hoy notamos la falta de la gente, a lo que se añade que hay muchos vecinos que se marchan a Peñaranda a comprar" afirma.
Una nueva realidad, que la llevaba el pasado mes de octubre a una situación límite que casi estuvo a punto de generar que tirara la toalla, algo que finalmente no ocurrió, ya que continúa con fuerza y ganas de sacar adelante este pequeño negocio, uno de los epicentros de la vida en la localidad.
Pero al preguntarla por cómo ve el futuro más inmediato del negocio, María Teresa responde tajante. "Hoy no tiene futuro abrir una tienda en pequeños pueblos?yo no sé lo que voy a estar al frente pero creo que mucho más no. Si la gente del pueblo siguiera comprando aquí y nos apoyaran un poco, aunque sea solo un poco, seguro podríamos continuar. Creo que son tiendas que funcionan pero siempre de la mano de los vecinos" afirma.