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Patricia Sánchez ?La Curandera?: La historia de una mujer avanzada a su tiempo que ayudaba desde el corazón y lo médico a quienes lo necesitaban
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Patricia Sánchez ?La Curandera?: La historia de una mujer avanzada a su tiempo que ayudaba desde el corazón y lo médico a quienes lo necesitaban

Actualizado 27/11/2021
Redacción

Esta mujer, nacida a mediados del siglo XIX atesoraba conocimientos sanitarios especiales que la hicieron especialmente conocida

Que nuestros pueblos atesoran historias verdaderamente increíbles y profundas en las raíces de sus gentes es algo que parece obvio. Un ejemplo de esto lo encontramos en Patricia Sánchez Cortes, la conocida como 'La Curandera' en Las Villas. Mujer avanzada a su tiempo y con grandes conocimientos que eran contemplados por la sociedad de finales de 1.800 como 'Chamanicos'.
A sus más de 70 años, Marcelina Pinto Sánchez, nieta de Patricia, destaca de su abuela que era "mujer luchadora que vino de Zorita a Cantalpino, para que su marido pudiera trabajar en la labor. El marido murió muy pronto, quedando viuda muy joven y con siete hijos para sacar adelante, aunque tuvo trece en total, pero desgraciadamente se la murieron casi al nacer".
La llegada de Patricia a Cantalpino fue una revolución, ya que venía abalada por los comentarios que la gente hacia desde tiempo atrás, destacando los grandes logros sanitarios de 'La Curandera' en Zorita, algo que llevaba incluso al médico de la época a derivar a pacientes a Patricia, para que fuera ella quien remediara sus males, utilizando las pócimas naturales que solo ella conocía.
"La niña María se cayó de un carro de ganado y tuvo durísimas lesiones. Fue mi abuela quien la curo y quedo perfectamente, sin ninguna lesión ni daño?es más, a mí me curo una quemadura muy profunda que me hice de niña. Ella pudo sanarla y quitarla por completo" recuerda Marcelina, junto a otra de las descendientes directas, Elena Sánchez, quien además hoy es concejal de Cantalpino.
La sabiduría de Patricia Sánchez parece que estaba contenida en un enigmático libro, que hoy custodia con mucho mimo una de sus nietas, a través del cual adquirió conocimiento médicos y sanitarios muy avanzados para su época, algo que la servía como gran apoyo para ofrecer curación a las decenas de personas de numerosos municipios de la zona que visitaban a diario su humilde hogar.
'La Curandera' se hizo una gran experta en la ayuda a las parturientas, ofreciendo todo el apoyo a las madres que se encontraban dando a luz en diferentes localidades de Las Villas, desplazándose hasta cada hogar para ofrecer sus conocimiento y ayuda física para que los partos fueran perfectos, algo que se traduce en la llegada al mundo de cientos de personas que hoy aún mantienen el recuerdo de hijos y nietos de esta 'Chaman' local que ayudaba a sus madres y abuelas en

aquella difícil situación.

"Mi abuela era muy lista, sabía mucho más de lo que podía saberse en aquel tiempo. Sabía leer y tenía conocimientos más allá del libro" destaca Marcelina, quien recuerda el caso de una joven que llego de Villoruela para que la curara de un malestar que padecía, "la reconoció y la dijo que lo que tenía era que estaba embarazada?ella pidió un remedio para poder abortar, a lo que la abuela le dijo que ella estaba para traer vidas al mundo, no para quitarlas" asegura.
Una intensa actividad, que al año se transformaba en la llegada de 40 o 50 niños, algo que no se quedaba ahí, ya que Patricia se encargaba de ofrecer todos los apoyos a las madres parturientas, preparándolas incluso el desayuno o las comidas durante los primeros días tras el parto que, en muchas ocasiones, realizaba con alimentos que ella misma llevaba de su casa.
Uno de los casos más sorprendentes de 'La Curandera' se producía a principios de 1.900, cuando asistía a una niña que cayó al suelo y quedo sin respiración. En ese momento llamaban de urgencia a Patricia, para ver si podía hacer algo que evitara la muerte de la pequeña, algo que finalmente conseguía, ya que iniciaba maniobras de reanimación cardio-pulmonar hasta que finalmente volvía el conocimiento y la niña se recuperaba, algo inaudito teniendo en cuenta que ocurría a principios del siglo pasado, cuando estas técnicas eras grandes desconocidas.
Pero la vida de 'La Curandera' no solo se centraba en la curación, ya que, a pesar de la pobreza en la que vivía, siempre ofrecía cobijo y ayuda a quienes llamaban a su puerta en busca de un plato caliente o un lugar techado en el que dormir. "Era tan generosa que organizaba su casa de tal manera que metía a todos sus hijos en una habitación a dormir, dejando otra vacía para las personas necesitadas que llegaban a su hogar, dándoles comida caliente y un colchón en el que poder descansar. Era todo corazón" subraya Marcelina.
Patricia Sánchez moría el 30 de mayo de 1966, con más de 80 años, sola y sin nadie que pudiera asistirla. "Le dio algo en casa y nadie pudo hacer nada por salvarla?toda una vida ayudando a los demás y al final murió sola y sin que nadie pudiera ayudarla" recuerda emocionada Marcelina, quién hoy se ha convertido en uno de los grandes legados de esta historia personal que, lejos de perderse, lucha por continuar en la mente y el conocimiento de las nuevas generaciones.