, 28 de abril de 2024
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Síndrome 
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Síndrome 

Actualizado 02/11/2021
Anselmo Santos

Cada generación tiende a pensar que está viviendo tiempos excepcionales que carecen de precedentes y que jamás volverán a repetirse.

Cuando mi padre tomó posesión de su plaza de Médico Titular en Poveda de las Cintas, acababa de llegar la electricidad al pueblo en forma de un hilo de luz en la bombilla y poco más. Y las buenas gentes de este lugar, como en muchos de España, aún hablaba un dialecto peculiar en su trascurrir diario. Por citar algunas de sus palabras: "Aborrajar, acarrear, achiperres, agatear, aguaderas, albarda, albarcas, andancio, antier, apatuscar, albañal, arrecangel, asparabanes, atontolinao, atisbar, atollar, atroje, atufarse, alforjas, azumbre, y aiga? ¡sin-H!

Esto sólo de la-A- y hay más. Imaginaros hasta llegar a la Z.

¿Temas rurales?

Síndrome  | Imagen 1Pues sí. Me he considerado siempre, casi "tan de campo como las amapolas", pero no he tenido nunca la sensación de haber sido tachado de inculto, ni tosco; más bien todo lo contrario. Ya que gracias a ser rural, he tenido la posibilidad, como decía al principio, de conocer tiempos excepcionales. Y el ser tan apegado a "estas cosas lugareñas" hasta estar cercano a un 'síndrome': "Conjunto de síntomas característicos de una enfermedad"? he conocido y "tocado" cosas que otras generaciones no harán nunca jamás. Como conocer las piezas de nombres singulares que componen el arado romano qué dicho sea de paso (cuanta hambre quitó), y que enumero: "Mancera, cama, vilorta, timón, clavijero, esteva, pescuño, garganta, telera, dental y reja. ¡Ni más, ni menos!

Aunque dada la edad en la que montado en recia mula llegué a Poveda de las Cintas desde la estación de tren de Villar de Gallimazo a los 12 años, lo que también me preocupaba en demasía, era los domingos, pues por la tarde había baile en la plaza de dulzaina, tamboril y bombo, tocados por la "cuadrilla" del señor Justino y sus hijos. Y yo por mi edad, no podía "sacar" a bailar a las mozas; como hacían otros mozos del lugar ya mayores.

Siempre me consideré cuando fui siendo mayor, un miembro más de aquella comunidad de Poveda (de Povos-álamos blancos, que había a la orilla del río), formada por gentes austeras (eran tiempos difíciles), pero que conservaban el orgullo castellano, de no ser más que nadie, pero tampoco menos.

El tiempo fue pasando, los acontecimientos y los años van trascurriendo y cuando España pasó a ser, en pocos años, de un país agrario y rural a otro tremendamente urbano, los cambios se sucedieron vertiginosamente? aún hoy siguen vaciándose los pueblos.

Ha pasado pues mucho tiempo de aquello en que me vi inmerso por la profesión de mi padre, pero que acepté como mío. Y de aquellos "aconteceres" me quedó una querencia o 'síndrome', que a los 87 años de edad actuales continúo practicando aún. Y no es otra que ir todos los años a visitar la fuente donde se iba a buscar el agua en un burro con aguadaras a un kilómetro del pueblo. Otros menos "pudientes" lo hacía a pie para la ida? y andando para la vuelta. Allí, en la misma cúspide de su estructura sencilla, tengo hecha una foto personal (ver foto), que si se analiza con detenimiento tiene gran significado. Ya que el ella se me ve? jovencísimo y guapo. Pero lo más notorio es la vestimenta: "Camisa a cuadros destacable, pantalón tipo vaquero. Y botas de baloncesto de aquellas que tenían un parche blanco en "el hueso del tobillo". Era por el año 50 y era una moda adelantada en los tiempos? Pordiosssss, diría escandalizada nuestra inefable amiga Mari Loli? ¡Donde vamos a parar!

Y eso, que el sombrero blanco me lo había dejado en casa. Hay que reconocer que llevar aquel atuendo en aquellos años, era al menos un atrevimiento mayúsculo. La camisa a rayas se la regalé a un amigo atrevido-Pepe 'El Nuez' que la "paseó" sin reparos por lugares poco recomendables. De las botas de baloncesto puedo contar aún avergonzado; que por ellas me gané una bronca de una de mis queridas tías solteras Cándida, que trabajaba en un buen banco y estaba muy considerada. Como era además, muy ilustrada; al yo decirla confiado, que las botas habían venido desde Dublín, en Alemania? me contestó seria y doctrinal; Dublín es de Irlanda y Berlín de Alemania? solamente la faltó llamarme ¡zoquete! Pero era también muy bien educada? Eso sí. Me "chafó" la tarde.

Pero lo más importe es y termino: "Qué las primeras veces que volví a la fuente subí hasta su cúspide sin dificultad. Las otras veces a duras penas. Ahora (ver foto), me quedo abajo con cara de tonto el haba? ¡subir sería un milagro! La fuente, dicho sea de paso también está como yo ¡chuchurría!

Rural, ¿y qué?.

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