Este último paso es fundamental si se tiene previsto vender la vivienda o solicitar otro préstamo para que figue como libre de cargas
Última cuota de la hipoteca. ¿Se imaginan? Después de 20, 25, 30 o más años pagando, por fin llega la última cuota, pero, aunque se termine de pagar, hay un último paso para decir definitivamente adiós al crédito hipotecario.
Una vez abonada la última cuota, y saldada la deuda con el banco, se debe realizar la cancelación hipotecaria en el Registro de la Propiedad para que la vivienda aparezca libre de cargas. Este es paso es fundamental si se tiene previsto vender la vivienda o solicitar otro préstamo. Si no se realiza antes, el Registro de la Propiedad lo hará de manera automática a los 20 años.
¿Cómo realizar la cancelación hipotecaria?
Lo primero que debemos hacer es pedir a nuestra entidad bancaria el certificado de deuda cero. Documento que nos permitirá demostrar que la hipoteca ha sido saldada. Por este papel el banco no cobra.
El siguiente paso es realizar la escritura de cancelación. Esta se encarga de redactarla el notario y tiene que estar firmada por un apoderado del banco. Esto sí tiene un coste, y que varía en función del importe de la hipoteca. El mínimo, 90 euros.
También hay que acudir a Hacienda, en este caso para presentar el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (modelo 600). Es un impuesto exento (sin coste).
Por último, hay que registrar la escritura de cancelación en el Registro de la Propiedad, entregando todos los documentos anteriores. Esto también tiene un coste que depende del importe de la hipoteca. El mínimo, 24 euros.
Finalmente, transcurridas unas semanas, podemos solicitar en el Registro de la Propiedad una nota simple para confirmar que la vivienda está libre de cargas.