Volcán de La Palma
La misión de la mitología era dar explicaciones a hechos observados que no tenían justificación. Los antiguos guanches tenían que echar la culpa a alguien o algo sobre las erupciones volcánicas
De ahí nació la leyenda Guayota" para unos dios, para otros demonio.
Los aborígenes canarios temían al más furioso y destructivo de sus dioses: Guayota vivía dentro de un volcán. Antes de montar en cólera, enviaba señales: mar revuelto, aumento de temperatura, temblores, cambios en el comportamiento de los animales. Indicativo que terrorífico Guayota Falto de piedad y de compasión había vuelto a despertar.
Es el dios que traspasó el paso del tiempo, inmortalizado por los primeros colonos de las islas en sus diarios de viajes. Los primeros españoles que llegaron a Canarias, ya en 1402 dejaron constancia en sus escritos de este dios vengativo, que amenazaba a la población aborigen.
En esta época, se conoce que entró en erupción un volcán en el valle de La Orotava, Tenerife, con tres bocas: Montaña de Las Arenas, Montaña de Los Frailes y Montaña de Gañanías.
Después de esta fecha, insatisfecho del comportamiento humano Guayota, hizo que decenas de volcanes atemorizaran a los guanches. En La Palma, Montaña Quemada entró en erupción entre 1470 y 1492, modificando completamente la morfología de la isla. En el interior de los conos se ha encontrado ofrendas: restos de vajillas e inscripciones, retratan a una gente que admiraba y temía a partes iguales. El jefe tribal era echado al fuego, los males se le achacaban al jefe como la gran ofrenda. Sabían que los volcanes son capaces de engullir con su vomito, todo lo que tengan por delante. Para despistarle, hacían hogueras en diferentes puntos, perdido el dios ellos se encontrarían libres de su furia.
Según la mitología más moderna, Guayota fue encerrado en el interior del Teide, atrapado por el Pan de azúcar osea la nieve que le cubre durante todo el año. El castigo a Guayota se le impuso por atrapar a Magec dios del Sol, dentro del volcán, y sumir durante siete días a las islas en oscuridad total.
Achamán, el dios supremo, fue en defensa de Magec, el bien venció al mal y Guayota fue condenado a vivir eternamente dentro del volcán del Teide.
En el terrible caso que asola a los palmeros, muy furioso tiene que estar el demonio que sus continua lava asola poblados, tierras etc. Guayota volvió una vez más a cumplir su palabra. Dar señales antes de entrar en cólera? nadie hizo caso. ¿Qué se habrá hecho mal?
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