Vocalista del Grupo La Búsqueda, SALAMANCA RTVA AL DÍA habla con Luis Cotobal, quien señala que "desde el escenario se sigue notando la presencia de la mascarilla"
"Bienvenidos a la vida de nuevo". Una frase que Luis Cotobal, cantante del Grupo La Búsqueda, dice en sus conciertos desde que han comenzado a actuar en diferentes fiestas. Desde que comenzó la pandemia su sector se paró radicalmente, no han podido realizar su trabajo y eso ha afectado a un gran número de personas que han tenido que buscar otros trabajos para poder seguir adelante. "La situación real no son ayudas, no son subvenciones, ni nada por el estilo."
Igual que él, miles de trabajadores han visto como no podían ejercer su trabajo y eso se traducía en pérdida de ingresos, en no saber si iban a llegar a fin de mes. SALAMANCA RTV AL DÍA ha hablado con él, con Luis Cotobal, para conocer de primera mano cómo ha cambiado la vida de un trabajador del sector. Y también para conocer qué opinan de la situación más actual. "El dato positivo es que se está saliendo de ello, bajo mi punto de vista tarde, porque se ha salido a mediados de septiembre, pero se está saliendo", señala.
¿Cómo te afectó personalmente el tener que parar y no poder trabajar?
Te encuentras en una situación complicada y muy difícil, realmente las orquestas y el sector del espectáculo en general, ya venía arrastrando y sufriendo de la anterior crisis, y era el momento en el que estaba saliendo de ello. Hay muchos compañeros que se dedican a esto y se dedican a algo más, pero otros nosotros teníamos dedicación exclusiva a la orquesta, era nuestra fuente de ingresos. Yo tenía mi sueldo y yo trabajaba para el grupo y ese era mi trabajo, y de golpe se paró.
¿Has tenido que buscar otros trabajos para poder seguir adelante?
Yo afortunadamente en el pasado estudié, en el ámbito de la comunicación, paralelamente al sector de la música, y pude salir adelante porque formé dos empresas, y he podido mantenerme. Yo tenía dedicación exclusiva La Búsqueda, lo otro era secundario. Pero ahora es al revés. Pero está también la parte opuesta, hay compañeros que han tenido que cantar en la calle para pagar el alquiler. Es una situación real. Los artistas cotizamos por el régimen de artistas, cotizamos por día trabajado y son unas cotizaciones altísimas y que la empresa tiene que pagar. Para poder sumar un paro normal tienen que pasar años. Lo hemos llevado con normalidad toda la vida porque nunca había llegado una pandemia, necesitábamos algo para reestructurar el sector, pero claro no algo tan gordo como esto.
¿Habéis recibido ayudas?
Los gobiernos no han dado ningún tipo de ayudas, pero hay que recordar que esta pandemia nos pilló en el mes de marzo, un mes en el que las orquestas empiezan a meter las inversiones a comenzar más la temporada. En nuestro caso por quince días no habíamos comenzado la restructuración de escenarios y demás, pero hay compañeros que ya lo habían hecho, y a día de hoy siguen arrastrando esa inversión. Y si hablamos ya no solo de artistas, de técnicos y todo el personal que trabaja en ese ámbito, tampoco han visto nada de nada. Ahora en La Búsqueda buscamos cantantes femeninas, hay personas que han encontrado otros trabajos y no se pueden permitir que vuelva a ocurrir algo así y volver a pasar por lo mismo. Hemos sido olvidados, el primer día que se abrió un bar, nadie se volvió a acordar de nosotros.
En el Grupo La Búsquedas, ¿cómo habéis vivido esta temporada?
La verdad es que no hemos tenido un mal verano, pero hemos tenido que hacer diferentes giros para adaptarnos a las diferentes restricciones que iban saliendo. Hemos cambiado el repertorio cuatro veces, hemos ensayado en agosto, algo que nunca se había hecho. Nosotros solíamos hacer un calendario de 90 fechas, este año hemos hecho 40, somos "privilegiados" porque hay formaciones que han hecho cero. Y lo más importante es que hemos hecho ese flujo de actuaciones siendo fieles al formato de la orquesta, fieles al formato original.
¿Notas buena acogida por parte del público?
La acogida es brutal porque no hay nada más español que las fiestas de un pueblo. Cuando la gente estaba sentada había, tirando por lo alto, quince personas sentadas dentro de un recinto. Y cuando eran actuaciones al aire libre, tirando por lo bajo, había cerca de 300 o 400 personas. Nosotros llevamos funcionando en forma más verbenil unas tres semanas. Y claro la acogida es absolutamente espectacular, y el ambiente es de una fiesta normal y corriente. Aunque es verdad que por parte de la gente, desde el escenario sigo notando mucho la presencia de la mascarilla, la gente sigue siendo consciente de la problemática y no se ha olvidado de la pandemia.