El trabajo diario junto a las personas con discapacidad intelectual ha vivido un importante freno debido a la pandemia por el coronavirus. Una situación que en centros como el de Insolamis ha dejado una importante huella, ya que aquellas rutinas descubiertas antes de la llegada del virus, hoy se han convertido en un reto por el que luchan a diario.
Una situación que mantiene un objetivo claro, ya que, tal y como apuntan desde Insolamis, "estamos muy centrados en
volver poco a poco a la normalidad, sobre todo ir recuperando las actividades que les permitía interactu ar con otras personas
".
Un cambio, que tiene como gran protagonista el miedo y la incertidumbre entre los usuarios, quienes no esconden cierta pena por no continuar actuando en comunidad como antes de la crisis sanitaria. "Esto es lo que más han echado de menos, el contacto con las personas de otras asociaciones, de las residencias en las que hacíamos voluntariado, las prácticas?por ello queremos esforzarnos aún más para que vuelvan a tener relación y experiencias en la comunidad, respetando en todo momento la situación que haya" aseguran desde el colectivo.