Pazos y Colinas (de pie, segundo y cuarto por la izquierda), con los poetas participantes en la Cumbre Poética Iberoamericana de 2005
Dejo conocer otro de los poemas que me están llegando y que se incluirán en la antología "El ciego que ve", dedicada a Antonio Colinas y dentro del homenaje que se le tributará en el XXIV Encuentro de Poetas Iberoamericanos, previsto para los días 13 a 19 de octubre, por mí dirigido y formando parte del programa de actos de la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes.
Julio Pazos Barrera (Baños de Agua Santa, 1944, Ecuador). Doctor en Literatura por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Profesor jubilado de la PUCE. Vive en Quito. Entre sus libros publicados están: La ciudad de las visiones (Premio nacional de literatura "Aurelio Espinosa Pólit", 1980), Levantamiento del país con textos libres (Premio Casa de las Américas, Cuba, 1982), Mujeres (Premio "Jorge Carrera Andrade" del Municipio Metropolitano de Quito), Elementos (2011), Indicios (2015), El nómada (2018), Hojas del árbol de la vida (2020). Antologías: Poesía (1971-2002), Universidad de Cuenca; Poesía Junta, 2006, Casa de la Cultura Ecuatoriana; La invención del jardín, 2018, El ángel editor, Quito. Profesor invitado de la Universidad de Nuevo México, Albuquerque. Invitado a la XV Cumbre de poetas hispanoamericanos (Salamanca, 2005). Invitado a las ferias del libro en Santo Domingo, Caracas, Bogotá y Lima. Invitado especial al Festival de la Lira, Cuenca, Ecuador. En 2010, recibió el premio Eugenio Espejo del Gobierno Nacional. Es miembro Correspondiente de la Academia Española de la Lengua y Miembro de Número (Censor) de la Academia Ecuatoriana de la Lengua.
Pedro Shimose, A. P. Alencart, Jacqueline Alencar, Julio Pazos y Reynaldo Valinho, en la Cumbre de Poetas Iberoamericanos de 2005.
HUELLAS EN EL PARAÍSO
"que hace que seamos otra cosa
que seres que han nacido
para morir".
Antonio Colinas "En la luz respirada"
Tiempo y abismo
Camino por el páramo
y llega un aroma de tierra húmeda:
olor, color, instantes
diluidos en las curvas del sendero.
Acuden imágenes bien amadas:
rayas rojas y negras
en el aríbalo inca
que indican el alto recinto de los dioses,
la mitad, lugar de los hombres
y el subterráneo ámbito
de espíritus errantes.
En un claro del bosque
observo el Nacimiento de Afrodita,
mármol blanco del Trono Ludovisi
en Roma,
bajo el velo húmedo de la diosa
palpitan sus senos como leves palomas.
Renacen caricias en los confines
de mi cuerpo y recuerdo
el vaivén de tus manos,
sensaciones intensas y breves
comparables con la brisa
que roza el acopio de azaleas.
Me aproximo al amor:
ojos achinados, iris topacio, esperanza.
Avanza un río amazónico
y yo me pregunto hasta cuando seré
hombre que acumula
neblina, lluvia y mar.
Sigo las huellas y es mi alma
detenida delante de los nardos,
como un antílope
que no advierte la llegada del zarpazo
de la hambrienta leona.
La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.
Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.
La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.
En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.