Un 29 de mayo los vecinos vieron alejarse una tormenta tras sacar la talla y cien años más tarde, un 16 de julio volvieron a librarse gracias a su intervención
Los feligreses de Villoruela han acudido a honrar y agradecer al Cristo de la Esperanza su protección. Cada año, el 29 de mayo es fiesta en esta localidad salmantina. Este, por la pandemia, las gentes de este localidad se han tenido que conformar con compartir una celebración eucarística en la iglesia parroquial de San Pedro.
Los vecinos de este pueblo siguen agradedicos por su intercesión hace años, cuando ese mismo día, esta talla fue sacada del templo para alejar una tormenta. Su intercessión evito cualquier desgracia y un siglo después, se repitió la historia, pero un 16 de julio, razón por la cual las fiesetas grandes se celebran entorno a esa fecha veraniega según explica Carlos García. Tampoco se ha podido realizar la tradicional procesión, detalla Benita Chamoso. Sí han acudido los vecinos a la novena del Cristo en días previos y también se reza mañana otra misa en la misma iglesia parroquial. Este final de semana, sábado y domingo, también habido misa a las diez en la iglesia del convento trinitario.