Un BIC que se encuentra en estado de abandono, sin mantenimiento por parte del Ayuntamiento de Béjar desde hace dos años
El portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Béjar, Alejo Riñones, ha puesto en conocimiento de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León y del Delegado Territorial de la Junta en Salamanca, la situación de abandono y desidia en la que se encuentra la Plaza de Toros de Béjar, un Bien de Interés Cultural especialmente protegido que lleva sin mantenimiento desde hace dos años, a tenor de las quejas y denuncias que vienen realizando, desde hace tiempo, diversas plataformas relacionadas con el mundo taurino y muchos ciudadanos de Béjar.
Los Populares se han hecho eco de las protestas y consideran que en la actualidad el Ayuntamiento de Béjar ha abandonado por completo la gestión y el mantenimiento de este bien. Informan que en reiteradas ocasiones el PP lo ha puesto de manifiesto ante las actuales autoridades locales, solicitando que la Plaza de Toros fuera abierta al público, como ordena la legislación en materia de Bienes de Interés Cultural, y también han pedido reiteradamente al Gobierno del Partido Socialista y Ciudadanos que solucionara las múltiples deficiencias que se estaban produciendo en el BIC por falta de mantenimiento y conservación.
Ante la falta de respuesta, el Grupo Municipal Popular ha hecho públicas varias fotografías en las que se ve el estado actual de la Plaza de Toros de Béjar, con puertas rotas, humedades y goteras, rastrojos por todo el ruedo y los callejones, mascarillas tiradas por el suelo, e incluso árboles creciendo en las gradas, las cuales dan una idea de que si una edificación no se cuida la naturaleza se abre paso, apoderándose de lo que los humanos abandonan.
La plaza de toros data del año 1.711, teniendo constancia de la celebración de su primer festejo taurino en 1.667 en una improvisada plaza. En 1996 fue reinaugurada y en el año 1997 por resolución de la Dirección General de Patrimonio y Promoción Cultural de la Consejería de Educación y Cultura de la Junta de Castilla y León fue declarada Bien de Interés Cultural.