Maribel R. Fidalgo, el don de comunicar

Tiene Maribel R. Fidalgo entrega, empeño, alegría y energía para conjurar con su voz y su sonrisa todo el frío y la grisura de una tarde cerrada al cálido interior de las estancias universitarias, prohibida a los cafés del encuentro, a los rincones de la charla. Una actitud que derrota a la intemperie con la intensidad y la gracia de la periodista; con el rigor y el empaque de la investigadora universitaria, la profesora, la vicedecana y, sobre todo, con el empuje de un optimismo que rebosa más allá de su sonrisa y nos hace sentirnos al abrigo de todas las inclemencias.

Charo Alonso: Maribel, ¿la Universidad está lejos de la sociedad?

Maribel R. Fidalgo: Mira, precisamente yo creo que es la Facultad de Ciencias Sociales una de las que ha tenido siempre ese celo y ha trabajado más ese aspecto. Yo llevo unos años en el vicedecanato y siempre hemos estado muy empeñados en acercar la facultad a la calle, enseñar lo que hacemos dentro porque somos la Facultad de Ciencias Sociales y por eso mismo tenemos que estar en contacto con la sociedad. Y hasta que nos pilló la pandemia estábamos haciendo muchas cosas. Por ejemplo, teníamos el espacio +Facultad con actividades para los estudiantes que salen un poco de la academia como talleres, encuentros profesionales, organizadas por nosotros o propuestas desde fuera, siempre tratando de hacer sinergias con el ámbito social de la ciudad.

Ch.A.: Ahora todo es telemático. ¿Volveremos a la normalidad?

M.R.F.: Yo quiero pensar que sí, que tenemos ganas de interactuar en persona, que la gente quiere ir al cine, a una exposición, a una charla, seguir esa vida social, cultural, ahora tan disminuida. Creo que el modelo on line ya cansa. Tiene cosas buenas, como que nos está sacando mucho del bache con herramientas magníficas, y otras que no funcionan tan bien porque a mí dame una clase presencial, o un grupo pequeño donde se pueda ver las caras de los alumnos, interactuar? Hemos apostado por la presencialidad desdoblando grupos para mantener la distancia social? y ha sido difícil, incluso para gente acostumbrada a esto como nosotros, sobrepasados aunque seamos de Comunicación y tengamos ciertas destrezas, con lo cual, imaginaos lo que ha sido para los demás ponerse al día con todas estas herramientas novedosas.

Ch.A.: Para que veas el desconocimiento. ¿Comunicación y Creación Audiovisual pertenece a la Facultad de Ciencias Sociales?

M.R.F.: Es verdad que hay gente que nos confunde con los estudios de la Universidad Pontificia. En la Facultad de Ciencias Sociales se engloban Sociología, Relaciones Laborales y Recursos Humanos, Antropología, Trabajo Social y Comunicación y Creación Audiovisual que es donde estoy.

Carmen Borrego: La pandemia habrá sido una oportunidad increíble para reflexionar sobre la nueva comunicación?

M.R.F.: Sí, porque se ha reformulado todo ya que los medios de comunicación, con la pandemia, se han quedado sin la materia prima. Los periodistas iban antes a buscar la noticia o a las ruedas de prensa y de repente, no había noticias ni manera de salir a buscarlas. Se impuso el teletrabajo, la redacción estaba mermada y tanto eso como la educación, han tenido que reformularse. Ahora en los medios de comunicación hemos perdido el hecho de estar en la calle, funciona el corta y pega, en un trabajo con menos plantilla, peor pagado, tirando de agencia, lo que hace que todo el mundo tenga la misma historia. Aun así, yo prefiero ver el vaso medio lleno que medio vacío, tenemos que readaptarnos con conexiones a través de videoconferencias, skipe, tecnologías que ahora se hacen muy fáciles.

C.B.: Entonces lo que ha cambiado es la técnica?

M.R.F.: La técnica nos hace hacer las cosas de otro modo, pero seguimos haciendo lo mismo. Tú quieres una foto, Carmen, y qué más da que me la hagas con esa cámara que llevas o con el móvil. Muchas veces ponemos el objetivo en la técnica, se lo digo a mis estudiantes, porque algunos afirman que sin una buena cámara no pueden hacer buenas fotos. Y les digo, mira, esa cámara no hace la foto, si tú no sabes meter cosas ahí dentro, de poco te vale tener un aparato espectacular? Nos fascina todo lo que tiene que ver con la tecnología en esta profesión, pero esta tecnología, que es mejor que nunca, no está revirtiendo en hacer mejores productos.

Ch.A.: Es decir, que tenemos unos medios espectaculares y un periodismo pésimo.

MR.F: El salto cualitativo que ha dado la técnica se tendría que reflejar en la calidad de los productos. En la técnica hemos adelantado muchísimo pero ¿Cuánto de referente estamos haciendo ahora? Muy poco, y lo que estamos haciendo, lo estamos haciendo peor. Si a mí me dicen como profesional de los medios que tengo que ir a una rueda de prensa, que cuando voy en el coche tengo que montar la noticia a toda prisa para sacarla en la tele y en el twitter? Yo creo que tenemos una cabeza y dos manos, pero de repente hay que hacer un montón de cosas de forma inmediata y luego, la mamarrachada para las redes sociales ¡No te da tiempo a pensar ni lo que estás poniendo ahí! Pero ojo, si no tienes esto, no estás. La tecnología es maravillosa en tanto en cuanto nosotros trabajemos con esa tecnología, de ahí salió lo que se denomina desde hace años periodismo móvil, y no ha tirado para adelante porque por ejemplo, si yo lo hago todo con mi móvil me estoy cargando la profesión del cámara que llevo conmigo. Hay cosas que se han hecho con los dispositivos móviles superinteresantes, pero no es cuestión de técnica, sino de ética periodística.

Ch.A.: Llevar al extremo la rapidez y la inmediatez propias del periodismo?

M.R.F.: Los medios de comunicación siempre han significado inmediatez, queremos dar la noticia los primeros? Pero, ojo, sin cargarnos la base del periodismo que el la verificación de datos y el contraste de fuentes. Una palabra, verificar, que brilla ahora por su ausencia, porque si te equivocas, con decir que te has equivocado, basta. Fake News las ha habido siempre. ¡Cómo nos gusta ponerle nombre en inglés a las cosas para que suenen como nuevas cuando han estado ahí toda la vida! ¿Por qué hay fake news? Porque yo, profesional de los medios de comunicación, no estoy haciendo bien mi trabajo. Si estoy dando crédito a lo que está saliendo en las redes sociales y no lo verifico no estoy haciendo mi trabajo, que es para lo que me formaron.

C.B.: Tu publica y luego di ¡Me he equivocado, no volverá a ocurrir!

M.R.F.: Tú publica, y si no verificas y es una fake new, ya diremos que es un fallo. Y no, que cada vez tenemos menos legitimidad, hasta los medios de comunicación potentes que verdaderamente tenían un peso ¡Que no se puede equiparar un medio de comunicación con una frutería, que en un negocio tuyo puedes hacer lo que te dé la gana, pero nosotros no! ¡Que estamos generando unas ideas en la opinión pública que se traducen en una serie de cosas! ¡Que no es inocuo! Es difícil hacer buena información hoy en día, estamos llegando a ese modelo en el que al final, si quieres calidad, te va a tocar pagarla como estamos pagando Netflix, por ejemplo.

Ch.A.: Espera, que mucha técnica pero se me ha acabado la tinta del boli ¿No te gustan las redes sociales?

M.R.F.: A mí las redes sociales me gustan, bien utilizadas son bárbaras, llegamos con ellas a mucha gente a la que no soñábamos llegar. Parece que el mío es un discurso antitecnológico y todo lo contrario, bienvenidos todos los avances y lo que nos pueden aportar, pero creo que vamos a una velocidad mayor de lo que verdaderamente nos permite la asimilación de lo que podemos hacer con la herramienta tecnológica. Ese es el problema que tenemos, no nos paramos y decimos: Bien, ¿qué hacemos?

Ch.A.: La pandemia nos ha parado. Quizás sea la Universidad la que ahora deba pensar en todo esto.

M.R.F.: Yo creo que no hemos aprendido mucho con la pandemia. Nos decían que después de esto íbamos a ser mejores personas y yo a veces lo dudo. Lo que sé es que antes de la pandemia la Universidad estaba tomando conciencia de que la investigación tiene que salir hacia la sociedad. Era lo que hablábamos al principio, lo que se llama la "transferencia de conocimiento", algo que se trabaja mucho en el ámbito de las ciencias, lo más visible, el que estudia una célula que paraliza el cáncer, por ejemplo. Pero en la parte de las humanidades, de las letras, hemos estado relegados, es como si no hiciéramos ni investigación ni transferencia. Y queremos trasladarles a las personas las cosas que hacemos. De ahí mi trabajo con los documentales.

Ch.A.: ¿Cómo abordaste este proyecto tan bello, "Bajo pluma de mujer", sobre el epistolario femenino de Unamuno?

M.R.F.: Estaba en el campo de la mujer, había trabajado a Unamuno con los alumnos y la profesora Josefina Cuesta, a quien hemos despedido con gran pesar hace muy poco, nos puso en la pista de las cartas que recibía Unamuno de gran número de mujeres. En ese proyecto estábamos ella, Adriana Paíno, Begoña Gutiérrez y yo.

Ch.A.: ¿Unamuno es infinito o es que no podemos dejar de descubrir cosas? Te lo digo por el reciente libro de Jambrina y Manuel Menchón.

M.R.F.: Unamuno es infinito, sí, y el fondo un verdadero tesoro que quizás hemos tardado mucho en descubrir. Piensa que no había visibilidad con respecto, por ejemplo, al inmenso corpus epistolar custodiado en la Casa Museo que tiene más de 45.000 cartas, muchas de ellas de mujeres, ya sea conocidas o anónimas, que le escribían pidiéndole consejo o comentándole su obra. Y yo siempre me pregunto ¿Qué les respondería este hombre? Nunca lo sabremos, es fascinante.

Ch.A.: ¿Cómo habéis abordado el proyecto para su difusión fuera de la Universidad, para todos?

M.R.F.: Queríamos acercar los resultados de la investigación con un lenguaje fácil, no el que sí uso cuando voy a publicar en una revista científica, y hacerlo a través de los medios audiovisuales. El resultado ha tenido una excelente acogida, verdaderamente llega a la gente y estamos encantadas. En Bilbao nos invitaron a la fiesta que hacen por el cumpleaños de Unamuno porque habían visto el trabajo en redes cuando lo colgó Ana Chaguaceda, Directora de la Casa Museo Unamuno? y a pesar de todas las prevenciones por la pandemia, tuvimos un público grande que, como no podía preguntar a través de un micro compartido, tuvo que escribir sus cuestiones en unos papelitos. Yo pensé "Esto es como las tarjetas del "Un, dos, tres" pero fue emocionante ver que todo el mundo escribía sus preguntas después de escucharnos y ver el documental.

Ch.A.: ¿Y ese deseo de ir más allá?

M.R.F.: Pensamos en la gente que no puede acudir al visionado del documental, de ahí la plataforma digital "Bajo pluma de mujer" donde está todo: el documental tradicional, una versión web, la realidad virtual, una línea del tiempo como la que tienen en la Casa Museo, el apartado para participar? Unir el formato audiovisual con el digital da un resultado acorde con lo que vivimos, es el lenguaje de lo que quiere la gente hoy en día en el que quedamos cuatro románticas que consumimos los formatos tradicionales. Las nuevas tecnologías son excelentes para todo ello. Así, el proyecto está al alcance de todos, yendo más allá del documental tradicional, de la exposición? y por supuesto, mostrando todo lo que se va generando con la participación.

Ch.A: Maribel, ¿tú que le escribirías a Miguel de Unamuno?

M.R.F.: ¡Qué difícil! ¿Puedo pensarlo y te lo escribo?

Querido Rector, y admirado Miguel de Unamuno:

Le escribo para contarle que después de muchos años, hemos tenido el atrevimiento de leer las cartas que le enviaron algunas mujeres. Van en estas letras nuestras más sinceras disculpas. Parece que usted sintió algo en su interior que hizo que las guardara, para que nosotras pudiésemos acercarnos a lo que pensaban esas mujeres y a usted a través de esas epístolas y queremos agradecérselo enormemente. No imagina los buenos momentos que estamos pasando con esa correspondencia y todo lo que estamos aprendiendo, pero al finalizar la lectura de las cartas siempre nos surge la misma pregunta ¿Y qué le contestaría Unamuno?? Seguiremos la lectura de sus misivas, que se han convertido en nuestras, ahora sí, con su permiso.

Reciba un fuerte abrazo: Maribel R. Fidalgo.

Pluma y modernidad, a despecho de los tiempos hay una voz ética, veraz y valiente que no sabe de técnicas y sí de empeño por comunicar a través de todos los medios? La tarde, fría, húmeda rubrica la despedida con un quiebro de tinta. Y Maribel R. Fidalgo dobla su papel de cartas, cierra el sobre y aprieta el botón con el que se comunica más allá del tiempo. Suyas afectísimas?