Siempre fieles a la costumbre, nunca podían faltar las más famosa librerías de la ciudad, así como los libros más actuales de aquellos años. Hoy día se continúa con la tradición, con la diferencia de que aquéllas mesas colocada en el centro de la Plaza, han sido sustituidas por modernas casetas, haciéndolo todo más fácil y cómodo para los visitantes.