Por iniciativa del Ayuntamiento, desde hace algún tiempo se recuperan edificios y enclaves de nuestra historia al margen de los grandes monumentos. Recuerda a la vieja idea de Jesús Málaga de salvar un edificio de interés cada año. Me parece estupendo acumular atractivos en la ciudad, tanto para residentes como visitantes, esperemos que no pare. Y de paso recordar nuestro pasado, si encima ayuda a evitar la repetición de errores. Otra cosa más discutible es aportar dinero público a entidades privadas, obligadas a mantener su propio patrimonio, y luego ellas lo exploten económicamente en su beneficio.
Gastar por gastar, y más buscando ese loable objetivo, no es complicado. Al margen de la opinión particular respecto a los resultados, a este Ayuntamiento últimamente no se le da mal (superávits aparte). Otra cosa es lo que ocurre tras terminar una obra, cómo se gestionan e incluyen esos bienes recuperados en la vida diaria de la ciudad. A pesar de existir algunos planes sobre turismo, cuesta encontrar coherencia cuando han de aprovechar todos los espacios.
La Fonda de Veracruz antes de las obras de conversión en Centro de Recepción de Turistas, algo diferente a la actualidad.
La mayor parte de las interesantes novedades tienen una complicada visita, con acceso y horarios muy restringidos. Se han de pedir invitaciones, no siempre sencillo para todas las personas. De alguna forma, limitada, la ciudadanía salmantina puede llegar a ellos, algo casi imposible para quienes nos visitan. De momento no se configuran nuevas rutas reales, y menos señalizadas, que extiendan el turismo por la ciudad. Parece haber renuencia a sacarlo de la Rúa Mayor y los cuatro o cinco principales monumentos.
Arriba el Cerro de San Vicente, de muy difícil visita en general. Abajo "O Castro" en la ciudad de Vigo, además de ser algo más visitable que el salmantino, tiene reconstrucciones pensadas para recrear la vida de hace más de 2000 años.
El Plan de Excelencia Turística, con 20 años cumplidos el pasado mes, ha sido un texto más de esos de gran interés municipal rápidamente olvidado. Recuerdo su apuesta decidida por la Calle de San Pablo, pero no decía nada de animarla con la vuelta de los autobuses urbanos. Esa misma sensación da con el ¿desparecido? proyecto de Museo de la Ciudad y Parque Arqueológico en el cerro de San Vicente, cuyo encaje con la actual obra de la ladera genera dudas. Y el Plan de Gestión de la Ciudad Vieja apunta maneras.
Es evidente que todavía queda mucho por hacer, como el Colegio Menor de Pan y Carbón.
La actual pandemia supondrá seguramente un punto y aparte en muchas cosas, y ya he insistido en la necesidad de aprovechar esto y repensar lo realizado hasta ahora. Por recordar algo en clave nacional, la reconversión industrial de Felipe González, y la alternativa burbuja inmobiliaria de Aznar, han supuesto una gravísima dependencia externa de manufacturas con los graves resultados observados. Tener futuro exige la necesidad de corregirlo. La reciente explosión de suelo industrial, y logístico, en la ciudad puede servir si se evita la clásica especulación que ya hemos comprobado solo crea la nada. Planificar cómo caminar en el futuro ayudará bastante.
La naturaleza también puede jugar su papel en el atractivo de la ciudad. Instalación del Itinerario Ornitológico de la Ribera del Río.
A una escala distinta deberíamos reflexionar así sobre la gestión del turismo, al haberlo convertido en pilar de la supervivencia económica de la ciudad. Sumar cómo el encaje y aprovechamiento de todas esas pequeñas cosas añaden más atractivo a la ciudad. Y de paso incorpar a la provincia. Hay tiempo para implicar a toda la ciudadanía en el proceso, no solo a unos supuestos pocos interesados. ¿No alardean los partidos conservadores sobre su gran capacidad de gestión?, pues va siendo hora lo demuestren alguna vez. La ocasión parece magnifica.
La provincia tiene muchos atractivos que solo necesitan mejorar su promoción, y su acceso en demasiados casos. Arriba escenario de la Batalla de los Arapiles (al fondo los dos montes de ese nombre). En primer plano restos romanos en Calvarrasa de Arriba. Debajo imagen promocional del Castro de Yecla la Vieja en una web turística de la Diputación de Salamanca.
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