La ciudad elegante del modernismo para pasear y disfrutar de otros ritmos; para degustar la gastronomía de productos locales
Una ciudad para curiosos que quieren descubrir lo que antes quedaba demasiado cerca y pasó desapercibido. No vemos muchas veces el árbol por tanto bosque de ofertas novedosas, productos? Sí, el secreto ahora está en descubrir lo que te rodea, perderse en el propio barrio. Esa es la divisa de los buscas: una obra de arte total entre naturaleza y cultura; una ciudad segura, acogedora y abierta a la experiencia de los visitantes, un lugar con ambiente y joyas en sus museos que solo hay que descubrir: enormes tapices sobre la Guerra de Troya, el Tesoro de Arrabalde, juguetes infantiles, los pasos grandes y teatrales de la Semana Santa, esas extrañas caras y figuras de las fachadas y capiteles de las iglesias románicas te están esperando? y si te gustan estos demonios, Zamora tiene más de 20 iglesias románicas. Te paseas en este aire limpio con mucho espacio y te preparan una pequeña mesa, y picas algo y tomas un vino. Es un poco como en casa pero la diferencia es que vas descubriendo el placer de hacer ahora en Zamora estas cosas.
Zamora guarda más sorpresas, pues seguramente todavía no conoces la ruta de los murales por toda la ciudad, este arte de las fachadas y medianeras que cuentan no solamente la historia del lugar, sino que hablan de música, de los pintores zamoranos y de sus obras, de gente que ha luchado para mejorar las condiciones sociales de los vecinos... y cuenta también sueños, fantasías, cosas que no existen?
En Zamora tienen una barcaza para llevar a la gente de un lado al otro del río, una forma muy antigua de transportar incluso el ganado o los carros, en lugares donde no existían puentes. Antes en el Duero y en sus afluentes había muchos transbordadores de este tipo, como por ejemplo en Villaflor, donde el pueblo ha guardado la barcaza para conmemorar esa historia. En Zamora ahora contamos con una desde las Aceñas de Olivares a la playa que aquí llamamos Benidorm, con su popular merendero.
Por la ciudad encontraréis una variedad de visitas temáticas o un paseo con Alfredo por el río Duero, quien enseña la gran riqueza de aves y mariposas, las aceñas. Zamora, la ciudad elegante del modernismo para pasear y disfrutar de otros ritmos; para degustar la gastronomía de productos locales; la ciudad de la Semana Santa, del pequeño festival de ópera, conciertos en la plaza?
¿Y qué hacemos después? Pues no es difícil, y no es un secreto: tenéis una provincia llena de pequeños tesoros? una naturaleza con mucha fuerza por ejemplo en Sayago, la tierra del granito y esas pequeñas pozas que se llenan de agua en invierno y primavera, y ahora se cubren con una alfombra de pequeñas flores? Podéis pasear y pasear y descubrir molinos antiguos donde casi se puede escuchar el cantar de la bella molinera, o pequeñas ranas supuestamente encantadas? una provincia con mucho espacio para recorrer en bicicleta, con casas rurales donde descansar y vivir la vida. Podéis encontrar en la Sierra de la Culebra lobos ibéricos que viven en esa zona o acercaros a bañar en el lago glaciar de Sanabria?
Y para no olvidar a los amantes del vino que piensen en las Rutas del Vino de los Arribes del Duero, en Toro y en la Tierra del Vino, donde podría empezar una excursión desde Salamanca porque las dos provincias forman parte de la Ruta del vino de Zamora que pasa por esa Tierra del Vino.
Buscan a curiosos que quieran conocer el sonido del Duero y la tranquilidad de un café en alguna plaza, bajo los árboles... en Zamora.