Seis alumnos de Béjar con sus correspondientes tutores participan en la fase regional de las olimpiadas de formación profesional, en las especialidades de Control Industrial, Robótica Móvil y Tecnología de la moda
El Centro Integrado de Formación Profesional Ciudad de Béjar es una de las siete sedes habilitadas en la comunidad autónoma para celebrar estos días el Campeonato de Skills de Castilla y León, que se ha visto dividido entre varios centros para minimizar los riesgos de la pandemia y garantizar el cumplimiento de las medidas sanitarias con la participación virtual de los competidores a través de una plataforma que permite la retransmisión por streaming.
El coordinador de las skills a nivel autonómico es Juan Carlos Martín del Castillo, y en las especialidades de Robótica Móvil y Tecnología de la moda, los coordinadores son Victoriano Hernández y Victoriano Pérez respectivamente, los tres son profesores del Centro Integrado Ciudad de Béjar, un referente a nivel nacional en la formación profesional.
En la especialidad de Control Industrial, participa el alumno Marcos Domínguez bajo la tutoría de Mª Ángeles Chico; en Robótica móvil participa un equipo de dos estudiantes, formado por Ángel Rodríguez y Lucía Jiménez, ambos tutorizados por José Antonio Díez; y por último en la especialidad de Tecnología de la moda participan tres alumnos: Pablo Cerezo, Luna de Álvaro y Jineth Juliana Venegas, tutelados por Miriam Sánchez, Raquel González y Pilar Jiménez, respectivamente.
Ganar las skills regionales supone ser medalla de oro de Castilla y León y poder presentarse al campeonato nacional que previsiblemente se celebrará en Madrid durante el mes de diciembre. Quienes superen las Spainskills, representarán a España en el campeonato mundial ?Worldskills- que tiene previsto celebrarse en Shanghai en septiembre de 2022. Todas las fechas son provisionales y dependen de la evolución de la pandemia.
Estos campeonatos suponen para los participantes el reto de medirse con otros alumnos de su mismo nivel y una experiencia importante de cara a su currículum, aunque en el caso de presentarlo a las empresas españolas, es el propio alumno el que tiene que explicar el premio informando sobre las competiciones. Esto quiere decir que en España estas olimpiadas de formación profesional no están demasiado reconocidas, pese a que fueron el invento de un español en la década de los 50. No ocurre lo mismo en otros países, donde sí cuentan con un gran reconocimiento y repercusión y se celebran como si se tratase de unas olimpiadas deportivas, con ceremonias de inauguración y clausura, desfile de banderas, etc.