Una ruta que incluye 16 templos de estilo mudéjar en las que el ladrillo se convierte en el símbolo principal y el elemento diferenciador con respecto a otros edificios de culto
Una ruta por caminos del mudéjar para conocer la historia que atesora en su patrimonio la provincia de Salamanca. Una ruta que incluye 16 templos que representan la unión entre el arte cristiano y la estética musulmana. Se trata de bellas iglesias de estilo mudéjar en las que el ladrillo se convierte en el símbolo principal y el elemento diferenciador con respecto a otros edificios de culto.
La villa de Alba de Tormes tiene mucho que enseñar al visitante. Aquí se conservan la iglesia de San Juan y la de Santiago. La primera de ellas destaca por el triple ábside y su magnífico Apostolado.
La iglesia de San Juan se halla en la Plaza Mayor, y también mudéjar es la iglesia de Santiago, situada en la parte alta de la villa, más antigua que la anterior. Luce dos espadañas en su torre.
Estas iglesias y otras desaparecidas sirvieron de inspiración al foco románico-mudéjar de la comarca, uno de los más importantes de nuestro país.
Otras iglesias que muestran la fuerza expresiva del ladrillo son las de Coca, Galleguillos, Peñarandilla y Turra. La Ruta se completa con la visita a los ábsides románico-mudéjares de Aldeaseca de la Frontera, Gajates, Nava de Sotrobal, Paradinas de San Juan, Rágama y Villar de Gallimazo.
Uno de los tesoros ocultos de esta propuesta son los espléndidos artesonados que podremos disfrutar en algunos interiores, como Macotera, Cantaracillo, Rágama o Villoria, auténticos 'cielos mudéjares'.
Arte mudéjar, el arte del ladrillo
Con la palabra mudéjar se alude a las poblaciones musulmanas que vivieron a partir del siglo XII y hasta el siglo XV en territorio de los reinos cristianos de la península Ibérica. Por extensión se denomina mudéjar a las edificaciones realizadas por alarifes de origen islámico en la que se utilizaron como materiales constructivos el ladrillo ? cocido y vidriado -y como material decorativo las yeserías y artesonados en madera.
Las poblaciones mudéjares vivían normalmente agrupadas en los núcleos urbanos en barrios denominados aljamas y desempeñaron diversos oficios, especialmente los relacionados con la construcción y la producción textil, así como los vinculados con la producción agrícola.
Con la denominación morisco la historiografía se refiere a los musulmanes que se convirtieron al cristianismo a partir de una pragmática otorgada en 1502 por los Reyes Católicos que obligaba a cambiar de fe religiosa o a marchar del territorio peninsular. A lo largo de todo el siglo XVI hubo continuas tensiones entre estas poblaciones y los cristianos que concluiría con la expulsión definitiva en los primeros años del siglo XVII.
La herencia cultural musulmana en toda la península ibérica es muy amplia y se refleja tanto en el patrimonio construido, como en el vocabulario y en determinadas manifestaciones culturales. Castilla y León conserva un importante legado histórico.