Limitación de la movilidad territorial, el mantenimiento del toque de queda nocturno y la reducción del contacto social entre grupos de personas no convivientes
Castilla y León ha manifestado su adhesión al acuerdo de mínimos aprobado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, en el que se recogen medidas preventivas para el conjunto del territorio nacional de cara a la próxima celebración de la festividad de San José (puente en algunas comunidades autónomas) y, sobre todo, durante la próxima Semana Santa.
La reunión de los representantes autonómicos y nacionales, celebrada telemáticamente esta tarde, ha permitido, con el apoyo de la mayoría de las comunidades, establecer un régimen de medidas comunes en toda España, situación que venía siendo demandada con el fin de articular un marco único para el conjunto nacional.
Este régimen de intervenciones para la contención pandémica en esas próximas festividades -que tradicionalmente se caracterizan por una amplía movilidad social e interrelación territorial en España-, incide precisamente en la limitación de los movimientos ciudadanos fuera de sus respectivas comunidades, el mantenimiento de los horarios del toque de queda establecido por el Real Decreto 926/2020, dictado por el Gobierno de la Nación y la reducción del número de grupos personales tanto en espacios públicos como privados.
La consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado Vicente, ha expresado en la reunión del Interterritorial en el apoyo de la Comunidad castellana y leonesa a ese contexto unitario, de manera que sea fácilmente conocible e interpretable por los ciudadanos, sin una excesiva complejidad normativa según regiones y con una vigencia inicialmente prevista hasta el 9 de abril, tras la finalización de la Semana Santa.
En Castilla y León, el marco adoptado supone:
En este sentido, el Consejo Interterritorial también ha hecho mención al compromiso de no bajar los correspondientes niveles de alerta sanitaria en que se encuentre cada comunidad autónoma, al menos, dos semanas antes del inicio de la Semana Santa; es decir, aun cuando los indicadores fuese favorable, con el fin de mantener las medidas en vigor o, aumentarlas, si así fuese necesario.