En Salamanca, en 2020 aumentaron en un 38% las personas que colaboraron económicamente respecto al año anterior
Cuando se cumple el aniversario de la declaración del estado de alarma a causa del impacto de la Covid-19 en nuestro país, Cáritas Salamanca hace balance de los últimos doce meses a los graves efectos sociales de la pandemia y agradece la solidaridad. Carmen Calzada, directora de Cáritas diocesana de Salamanca, y José Mª Rodríguez, secretario general, agradecían el compromiso y los múltiples gestos de solidaridad recibidos en el último año a través de la campaña 'Buscamos Gente con Ángel' y 'Cada Gesto Cuenta'. Donde cada gesto recibido se ha transformado en esperanza para muchas personas y familias.
"Queremos rendir en este acto en primer lugar, un reconocimiento al profundo dolor por las pérdidas de vidas humanas que tanto sufrimiento ha causado en toda la sociedad, a los afectados directamente por la enfermedad, a las familias. Y, en segundo lugar, un agradecimiento a todas las personas, familias, voluntarios, empresas, instituciones tanto civiles como eclesiales, medios de comunicación por su colaboración y contribución económica. La pandemia ha evidenciado todas las desigualdades presentes en nuestra sociedad pero también ha evidenciado un aumento de generosidad y solidaridad y la urgente necesidad que sentimos de que todos realicemos un cambio de mirada en pro de la fraternidad", afirmaba a Carmen Calzada.
"Podemos hablar de dos fases en este tiempo, una primera en la que tuvimos que mantuvimos nuestra atención cuando vivimos el confinamiento de manera más dura, recordamos en ese momento la campaña 'La Caridad No Cierra, Cada Gesto Cuenta'. Y un segundo momento en el que adaptamos nuestra intervención con todas las medidas de sanitarias, velando por la salud de las personas con las que trabajamos", añadía José Mª Rodríguez.
Desde el servicio de acogida y atención primaria de Cáritas Salamanca se atendió a 2.368 familias destinando 1.306.257 euros para cubrir sus necesidades básicas (ayudas para alimentación, alquileres, suministros?) con un total de 5.536 ayudas.
Algunos de los perfiles de las personas atendidas son estos:
LA CARIDAD NO CIERRA
Durante el estado de alarma, los centros de Cáritas mantuvieron su atención: casa de acogida para personas sin hogar 'Padre Damián', casa 'Samuel' para enfermos de VIH Sida, 'Ranquines' para personas con problemas de salud mental y Espacio Abierto' centro `de día para personas que se encuentran en situación de calle. Así como los recursos de atención a las drogodependencias, infancia y juventud, acogida a inmigrantes, personas mayores, asesoría jurídica y el acompañamiento personas que se encuentran en búsqueda de empleo.
En este contexto se han detectado nuevos problemas como la brecha digital, un apagón tecnológico al no contar con conexión ilimitada, dispositivo o competencias suficientes para manejarse en internet, o la soledad. En este sentido, explicaban que "aunque esta no es una realidad nueva, la situación de aislamiento físico a la que se han visto sometidas muchas personas mayores, claramente la endurece. La vulnerabilidad social evidenciada en esta crisis también pone de manifiesto los escasos recursos que existen para favorecer los cuidados en los domicilios, lo que propicia mayor desprotección en las personas mayores y en quienes las cuidan, ya sean empleadas o familiares". En Salamanca, el proyecto de mayores se ha reinventado y mantiene la atención en plazas y parques cuando las condiciones meteorológicas lo permiten, se continua un seguimiento telefónico y se ofrecen materiales de forma semanal.
EXPLOSIÓN DE SOLIDARIDAD
En Salamanca, en 2020 aumentaron en un 38% las personas que colaboraron económicamente respecto al año anterior. Personas que colaboraron a través de las parroquias, de la web, bizum, campañas, etc. Actualmente cuentan con el apoyo de más de 2.000 donantes.
Reciben el apoyo de instituciones, tanto civiles como eclesiales. Aumentando significativamente esta cantidad por la creación del Fondo Social de la diócesis de Salamanca, que se daba a conocer el pasado mes de julio por el Señor Obispo D. Carlos López.
El secretario general ha hecho hincapié en dos gestos importantes durante estos meses: "Por un lado queremos destacar el gesto de los párrocos de la Diócesis que aportaron 60.000 euros en torno al mes de abril. Por otro, la creación del fondo social, dotado con 500.000 euros. Ambos fundamentales para poder dar respuesta a las necesidades de las familias más afectadas por la pandemia. También recibimos múltiples donaciones de empresas, muchas de ellas en especie, muy importantes también para el mantenimiento de los centros residenciales. Además, 200 personas que quisieron apoyar con su tiempo, se incorporaron como voluntarias en los distintos proyectos."