El impacto de la pandemia y el confinamiento domiciliario de la primera ola se reflejan en el desplome entre abril y junio de las viviendas registradas por sus herederos
Durante 2020 en Salamanca se heredaron más de un millar de viviendas (1.054), en un año en el que ha sido innegable el impacto de la pandemia de la Covid-19 en el aumento de la mortalidad. Fallecimientos que, en la mayoría de los casos, conllevan la transmisión de los derechos de la propiedad por herencias.
El impacto de la pandemia, y especialmente el confinamiento domiciliario y el estado de alarma decretado en la primera ola de la Covid-19, también se refleja en el descenso de las operaciones con respecto al año anterior (en Salamanca se heredaron 1.328 viviendas en 2019), atendiendo a los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Con la paralización de toda actividad, entre los meses de marzo y junio, el trabajo del Colegio de Registradores se restringió durante esos meses a lo estrictamente necesario y urgente.
Esto, como decimos, se refleja en los datos de las viviendas heredadas y registradas durante los meses más duros de la pandemia: abril (27), mayo (32) y junio (53), registros mínimos de la serie histórica del INE.
La reanudación de la actividad de los registros una vez que se entró en la denominada 'nueva normalidad' se ha notado en el aumento del número de transmisiones de viviendas por herencias en la segunda mitad del año. Así, entre enero y junio se registraron en Salamanca 422 herencias de viviendas, mientras que entre julio y diciembre aumentaron hasta las 632 viviendas heredadas.
En Castilla y León se registraron 8.853 viviendas heredadas, un 16,8% menos que el año anterior, siguiendo la tendencia de la mayoría de las comunidades autónomas en un atípico año marcado por la pandemia del coronavirus.