El escritor catalán recibió en 2019 el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, concedido por Patrimonio Nacional y el Estudio salmantino
El rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero, ha expresado su pesar en nombre de la comunidad universitaria salmantina por el fallecimiento del escritor Joan Margarit, Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y Premio Cervantes 2019.
Margarit, cuya obra alcanzó "la misma altura lírica en catalán y castellano", fue un poeta de "excepcional sensibilidad", según la profesora de la Universidad de Salamanca, Lina Rodríguez Cacho, autora de la edición crítica "Viaje hacia la sombra", publicada por Ediciones Universidad de Salamanca, con motivo de la concesión del galardón, por parte de Patrimonio Nacional y el Estudio salmantino. Una sensibilidad que "debe mucho a las vivencias rurales de su origen, la comarca de La Segarra en la dura posguerra, pero también a una visión cosmopolita del mundo que fue afianzando en décadas de entrega a su trabajo como arquitecto. Profesión que le hace pertenecer al selecto grupo de poetas científicos capaces de imbricar sabiamente escritura y acción a favor del bienestar social, siempre 'a pie de obra'.
Sus primeros ocho libros en catalán se publican en un corto espacio de tiempo, de 1981 a 1984, aunque de toda esta obra él salvó uno, bajo el significativo título de "Restos de aquel naufragio", con el que comienza "Todos los poemas" (2015), el volumen que recoge su obra completa. Poesía que escribió ya siempre, y al mismo tiempo, en catalán y español, "en un tenaz ejercicio de creación bilingüe que no tiene parangón en la poesía europea actual", según Rodríguez Cacho.
De entre todos sus poemarios, son probablemente los más conocidos "Estació de França" (1999), "Joana" (2002), inspirado en el amor a la hija con deficiencia psíquica que fue su más entusiasta compañera hasta que murió con solo treinta años en junio de 2001, y "Casa de misericordia" (2007). Otros títulos destacados fueron "Aguafuertes" (1995), "Misteriosamente feliz" (2009), "No estaba lejos, no era difícil" (2011), "Se pierde la señal" (2013), "Amar es dónde" (2015) y "Un asombroso invierno" (2017).
La honesta humildad que caracterizó su talante afloró también en su modo de concebir la creación poética, y en el de aceptar los numerosos galardones a su brillante trayectoria: el Premio Nacional de Literatura de la Generalitat de Catalunya y el Premio Nacional de Poesía, ambos otorgados en 2008; el Premio Poetas del Mundo Latino, compartido con el poeta mejicano José Emilio Pacheco en 2013; el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, recibido en Chile en 2017; y el Premio Cervantes, concedido en 2019.