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Carlos Vicente y Patricia Sánchez, un libro que es un Laberinto salmantino
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ENTREVISTA

Carlos Vicente y Patricia Sánchez, un libro que es un Laberinto salmantino

Actualizado 14/02/2021
Charo Alonso / Carmen Borrego

El libro 'Laberinto de piedra y oro', agrupa un total de 28 textos cortos escritos por Carlos Vicente mientras que Patricia Sánchez ha sido la encargada de las ilustraciones. Ambos actores, dramaturgos, gestores culturales, ambos ligados a la letra

En el laberinto de la ciudad letrada, candado con llave, las cosas chiquininas que son tan nuestras tienen la gracia de los collages de Patricia Sánchez y las exquisitas viñetas de los textos de Carlos Vicente, quienes recorren, no solo la ciudad bajando a la Plaza a quedar bajo el Reloj, sino su historia desde el Cerro de San Vicente a la casa de las Criselefantinas. Este hermoso, cuidado libro, es un espejo en el que nos reconocemos con una sonrisa, mientras nuestra identidad charra se adorna de traje de fiesta, calles, plazas, literatura, gracia, un prólogo del dibujante Paco Roca y esta originalidad que exhiben sin complejos Patricia y Carlos, a dos voces para tantos mismos proyectos. Ambos actores, dramaturgos, gestores culturales, ambos ligados a la letra y a la escena, ambos, irremediablemente, charros.

Charo Alonso: ¿De dónde surge la idea de este libro?

Carlos Vicente: Viene de las dinamizaciones patrimoniales que hemos hecho, de las visitas teatralizadas. Es una idea de hace dos o tres años cuyo germen surge un poco del primer título que pusimos, esas cosas chiquininas que hacer en Salamanca. Un título que cambiamos porque nos recordaba mucho a un blog. La idea estaba, pero por un trabajo u otro no se podía ¡Hasta que llegó el confinamiento!

Patricia Sánchez: Cuando se pararon todas las actividades aprovechamos y se materializó el proyecto.

Ch.A.: Carlos pone los textos y Patricia esas ilustraciones de "collage digital", una técnica que yo no conocía.

P.S.: El collage analógico frente al digital, no se hace recortando imágenes, sino pegando y montando a partir de fotos que transformas con la tableta gráfica.

Ch.A.: ¿Influía Carlos en tu trabajo?

C.V.: Yo solo le "impuse", porque también hizo la maquetación, lo de la línea dorada y ese rojo que nos recuerda la sangre de toro con la que se pintaban los Vítores en las paredes de la Universidad.

P.S.: Yo uso mucho, porque me inspiran, los grises, los blancos y negros, los rojos? y bueno, Carlos quería unas ilustraciones más convencionales quizás, y lo intenté con acrílicos, acuarelas? pero se impuso esta técnica.

Ch.A.: Tus "collages" se identifican enseguida, tienes un lenguaje muy personal, inconfundible. Y contadnos, porque el libro está publicado por una editorial vuestra.

P.S.: ¡Me hace mucha ilusión que me digan eso! En el mundo del diseño hacemos muchas veces lo mismo, y me encanta que mi trabajo se identifique. Eudologic es una editorial que viene del nombre de nuestra empresa de teatro que ya cumple 10 años. Viene de Educación y Lógica y parte de una compañía de pedagogía teatral, hacemos teatro para enseñar aun que también nos dedicamos a dar cursos a empresas, por ejemplo.

C.V.: Creamos la editorial en torno a la idea de Patricia de hacer libros preciosos y chiquininos? quizás con menos proyectos, pero sí muy bien editados. Es una forma de entender la edición muy especial, muy cuidada. Y estamos abiertos a todas las ideas, pero los próximos proyectos son salmantinos.

Ch.A.: Estamos viviendo una crisis tremenda en el sector cultural y vosotros no paráis, libro, proyectos editoriales ¿Cómo lo hacéis?

P.S.: Es una crisis tremenda, y la sufrimos, pero nos negamos a quedarnos sentados. En Madrid trabajábamos mucho con colegios y grupos de mayores, todo eso se paró y en vez de subirnos por las paredes nos dedicamos a este proyecto.

Ch.A.: ¡Y sois también los editores de "La Víscera"!

C.V.: "La Víscera" es una revista digital que en abril cumple el primer año de vida y lo celebramos con un número especial. Formamos parte de "La Víscera" nosotros, Carlos San Jorge, Pedro Vez López, Nacho Vez, Andrés Manuel Míguez, Jara Aizpurua, Beatriz Gorgón, Javier Helgete que se incorporan como colaboradores fijos? En el número de febrero tenemos como firmas invitadas a Raúl Vacas, Ángel Luis Vicente y Carmen Amoragas. Es una revista bimestral y tiene mucho contenido gráfico y de texto.

Ch.A.: Volviendo a este libro tan especial, está patrocinado por el Ayuntamiento de Salamanca ¿Eso condiciona?

C.V.: El Ayuntamiento, la Concejalía de Turismo, nos apoyó desde un principio. Fernando Castaño dijo que sí inmediatamente al proyecto y no intervino en nada y a nosotros nos hizo ilusión porque hemos colaborado mucho con toda la gente de Turismo a quien se lo hemos dedicado.

Ch.A.: ¿Creéis que el Ayuntamiento, las instituciones, han ayudado a la cultura en este momento tan terrible de pandemia?

C.V.: Los Ayuntamientos, desde mi punto de vista, y es una opinión muy personal, están para ayudar a toda la gente, no solo a la cultura, pero no te pueden solucionar tu vida laboral. Puedes decir claramente que el Ayuntamiento, con el teatro y otras manifestaciones culturales, se ha portado muy bien o vamos a decir que no se ha portado nada mal.

P.S.: O vamos a decir que no se ha ido a la solución fácil que hubiera sido anular. Han intentado buscar soluciones. Frente a la supresión de los actos contratados no anularon, siguieron y cumplieron sus compromisos.

C.V.: Han intentado enfocar la cultura desde otro ángulo que a mí, personalmente, no me gusta, como hacer el teatro desde el medio digital, pero ha sido una solución que ha ayudado a mucha gente, eso está ahí.

P.S.: A lo mejor dentro de un tiempo te tenemos que decir lo contrario, pero desde mi experiencia, en la medida que han podido, se han pringado para continuar, que podían haberse lavado las manos porque estaban en su derecho y tenían las herramientas para hacerlo.

C.V.: Ha pasado lo mismo con este libro, han colaborado dando absoluta libertad, la idea es nuestra, el libro es nuestro, y no han corregido ni una coma.

Ch.A.: Aquí, en La Casa Lis, presentasteis el libro?

C.V.: Nuestra idea era hacer dos presentaciones, una en un sitio emblemático, un monumento de Salamanca y también, en una librería, Consideramos la cultura en las librerías, que son las que se están batiendo el cobre porque hay que vender libros.

Con las restricciones pensamos que mejor una firma de libros en una librería y la presentación en el sitio importante. Y para mí en concreto es La Casa Lis, porque yo estuve enseñándola a grupos de niños durante dos años con Saldaña y con Josextu y aparte, uno de los textos del libro ocurre aquí y es una historia real.

Ch.A.: Cuéntamela?

C.V.: Es la historia de una pareja que se besa delante de una criselefantina, y a mí me ocurrió. Es un sitio emblemático y deberíamos estar orgullosos los salmantinos de tener el museo más visitado de Castilla y León, sentirnos orgullosos de que una persona deje una colección como esta y la deje aquí para los salmantinos, deberíamos sentirnos orgullosos de que este museo dé el empleo que da y haya sido capaz de mantener esta casa, porque más allá de las muñecas o de las criselefantinas, es un monumento. Para mí era muy importante presentarlo aquí y Patri estaba de acuerdo.

Ch.A.: Pero es que vosotros siempre estáis de acuerdo.

C.V.: No siempre, te voy a decir que no tenemos las mismas ideas políticas, para nada.

P.S.: Somos absolutamente contrarios. Pero a la hora de trabajar nos complementamos. Se puede llevar uno bien con gente de ideas diferentes, parece que en estos tiempos que corren hay que decirlo más a menudo porque nos ha crispado a todos mucho esta crisis y parece que si estás en contra de sus ideas, estás en contra de la persona, y no.

C.V.: No es culpa de la gente, aunque también, el problema es que este país se gobierna contra y no se gobierna para.

P.S.: La verdad es que están los ánimos muy exaltados, se ve muchísimo en redes. A mí lo que me enriquece es estar con gente de ideas distintas a las mías, porque para tener alguien al lado que siempre me dé la razón y que no haya discusión de forma calmada y educada, pues no. A mí me gusta la discusión.

Ch.A.: Has citado la colección, una donación de un salmantino ilustre y generoso, Manuel Ramos Andrade. Y te voy a citar otro porque sé que has trabajado en la Fundación Sánchez Ruipérez, Carlos.

C.V.: Sí, yo el amor que le tengo a los libros y a las buenas ediciones se lo debo a la Fundación. He trabajado en Peñaranda desde el 2003 hasta el 2019. Germán estaría feliz de ver que su espíritu está en Peñaranda, es verdad que con menos menos gente, pero se gestiona la biblioteca con las ideas de la Fundación. Mira, Germán nació donde estaba la biblioteca, que fue escuela, ayuntamiento, cárcel.

Su madre era maestra y su padre editor y librero. Germán y Manuel Ramos Andrade son gente privilegiada que quiere devolver a la sociedad lo que les dio y nosotros lo aprovechamos.

Ch.A.: Y gente que amó a su tierra. Hay una cosa que desprende este libro y es un amor apasionado por Salamanca.

C.V.: Este libro está hecho desde el amor a Salamanca, pero habiéndola odiado mucho.

Carmen Borrego: Bueno, ya empezamos ¿Nos vendemos mal los salmantinos?

C.V.: No, no, cuidado. Todos pasamos una época en la que aborrecemos lo que podría ser esta ciudad de provincias en cierto modo tediosa. Pero el libro está hecho en un momento de mi vida en que reconozco mi amor absoluto a Salamanca. No podría vivir tan bien en otra ciudad y eso lo digo habiendo vivido en otros sitios. Creo que el salmantino vende muchísimo su ciudad, Carmen, pero la vende de forma poco sutil.

P.S: Forma parte de la vida, tienes algo que lo has tenido desde siempre y no lo valoras, y cuando empiezas a valorarlo es porque no lo tienes. Yo empecé a valorar Salamanca cuando me fui a vivir a Madrid. Estaba aquí y estaba deseando irme, pero en el sentido de que esta ciudad no da oportunidades, se te mete en la cabeza que, laboralmente, tienes que salir y no creo que sea malo salir.

Yo vivo muy bien en Madrid, pero valoro ese quedar a tomar un café, esos diez minutos para ir de un sitio a otro. Al pasear por aquí te das cuenta de lo que tienes.

C.V.: Por otra parte, hilándolo con

esto, el libro está hecho para todos aquellos salmantinos y por supuesto, para todos aquellos turistas que aman Salamanca, pero que necesitan volver a tener la sensación de haber vuelto a la ciudad. Cuando yo trabajaba en la Menéndez Pelayo en Santander o en Madrid, regresaba cada dos o tres meses y aunque viniera con un maletón terrorífico, tenía la absoluta necesidad de bajar del autobús y en vez de coger un taxi e ir a mi casa, darme un paseo por la Plaza Mayor. Y necesitaba escribir este libro para eso.

P.S.: El libro es como un psicoanálisis con Salamanca en el que tienes que ver las cosas buenas y las cosas malas, extraer lo bueno y aceptar lo malo.

Y lo que teníamos claro es que no queríamos una edición más económica para hacer más ejemplares, sino que queríamos algo especial.

Ch.A.: El libro como objeto es una maravilla ¿Primero fueron los textos y luego las ilustraciones? ¿Hubo algún momento en el que te fue difícil trabajar con Carlos?

P.S.: Él me iba mandando el texto y con lo que me inspiraba, trabajaba. hubo textos en los que dije: no lo veo, no lo veo? pero lo retomaba.

Porque hay algunos que son más abstractos y más complicados de ilustrar. Cuando se habla de algo concreto yo partía de ahí, aunque pusiera mi visión? si es el Puente Romano hay que ponerlo, pero en otros? El de la charra? a mí el traje charro hace unos años me parecía algo arcaico pero ¡Es que tiene cosas muy bonitas! Y pensaba, qué bonito sería que hubiera una versión "ligera" para todas estas influencers que se hacen ahora fotos. La foto que cogí es de una influencer, con su pelo largo, su sombrero. Y me temí que algún purista me dijera, pero qué haces?

Carmen Borrego: Licencia de la ilustradora.

P.S.: A mí cuando me dicen, es que los charros estáis todo el día que si la Plaza, que si el traje, que si Salamanca ¡Y cómo no vamos a estarlo con este pedazo de traje, con este pedazo de ciudad!