, 22 de diciembre de 2024
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Uno de cada 5 pacientes con cáncer no han sido diagnosticados, o se han diagnosticado tarde,...
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EL IMPACTO DE LA PANDEMIA

Uno de cada 5 pacientes con cáncer no han sido diagnosticados, o se han diagnosticado tarde,...

Actualizado 04/02/2021
Redacción

"La pandemia ha agravado una situación de vulnerabilidad previa que ya venían viviendo muchas personas con cáncer", subrayan desde la AECC

Uno de cada cinco pacientes con cáncer no han sido diagnosticados, o se han diagnosticado tarde debido al impacto que ha tenido la pandemia en el sistema sanitario. Así lo subraya la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) que, coincidiendo con el Día Mundial Contra el Cáncer, que se conmemora cada 4 de febrero, ha pedido un Acuerdo Contra el Cáncer para que pacientes y familiares puedan hacer frente a la enfermedad en igualdad de condiciones.

La pandemia ha agravado una situación de vulnerabilidad previa que ya venían viviendo muchas personas con cáncer. Así se ha manifestado en los distintos actos organizados por la AECC durante este Día Mundial. Así, en el desarrollo de los Diálogos AECC cuatro pacientes de cáncer, Eva Martín, Víctor Cañamares, Verónica Sánchez y Madalina Ilinca, han aportado su testimonio sobre la realidad que viven con la enfermedad y cómo ésta se está viendo agravada desde que llegara la pandemia.

La realidad es que en España no todas las personas tienen las mismas probabilidades de enfrentarse al cáncer tanto en su prevención, como en acceso a tratamientos o a los resultados de investigación. El acceso a los programas de cribado de cáncer de colon, por ejemplo, sigue siendo desigual en el país, donde hay Comunidades Autónomas en las que se ha alcanzado el 100% de la cobertura y otras en las que no. En el año 2017, solo el 44% de la población de riesgo estaba cubierta por un programa de cribado de cáncer de colon.

Entre pacientes y familiares, las desigualdades son evidentes ya que, desde el punto de vista económico, el cáncer provoca pobreza en el 25% de los nuevos diagnósticos de cáncer que se producen en personas en edad laboral.

Respecto al impacto psicológico que genera un diagnóstico y la posibilidad de acceder a un tratamiento psicológico especializado, tanto para pacientes como para familiares, el 30% presenta trastornos psicopatológicos, como ansiedad o depresión, que necesita atención por parte de un profesional de la psicología. Sin embargo, el 94% de las CCAA ofrece una cobertura insuficiente o nula en tratamiento psicológico especializado.

Verónica Sánchez, paciente de cáncer de mama, reclama "la necesidad de que, desde que te dan el diagnóstico, igual que empiezan a darte volantes para que te hagan esta u otra prueba o te manden a un especialista u otro, te deriven a un psicólogo y no sea uno mismo quien tenga que detectar que lo necesita y buscarlo".

El acceso a los servicios de radioterapia es otro ejemplo de inequidad. Este tratamiento vital no se da por igual en todas las CCAA, por lo que hay pacientes que asumen un coste económico, social y emocional mayor para poder acceder a él. En concreto, para aquellos pacientes que necesiten realizar un cambio de residencia, puede llegar a ser de 1.100 euros de gasto medio.

La pandemia agrava aún más la situación de desigualdad y vulnerabilidad

Además, la llegada de la pandemia no ha hecho más que agravar una situación que ya era desigual para muchas personas afectadas de cáncer. El estudio "Impacto de la pandemia en personas afectadas por cáncer en España" realizado por la AECC revela el mazazo para los pacientes con cáncer que sufren las dos pandemias: de la que se habla (COVID) y de la silenciosa que es el cáncer. En esta tercera ola, la situación de emergencia en cáncer apenas ha mejorado.

Desde el punto de vista psicológico, la pandemia aumentó el impacto emocional y durante el confinamiento el 34% de los pacientes desarrolló ansiedad o depresión. En diciembre, este porcentaje había subido al 41%.

Respecto al impacto social, durante el confinamiento casi un 20% de la población con cáncer había empeorado gravemente su situación económica. En noviembre, un 17% de la población con cáncer no se había recuperado.

Víctor Cañamares, otro de los pacientes en los Diálogos AECC, diagnosticado recientemente de cáncer de vejiga, alerta de "que es necesario que el cáncer comience a verse y a tratarse como un problema que engloba diferentes aspectos: el psicológico, el social y, por supuesto, el sanitario. No se trata solo de un diagnóstico y un tratamiento".

Los retrasos sanitarios es otro de los aspectos que más preocupan durante la pandemia y, es que, durante la primera ola, 1 de cada 5 pacientes no se ha diagnosticado o se ha diagnosticado tarde, con lo que esto supone para la supervivencia.

Para Eva Martín, paciente de cáncer de cérvix que está en periodo de revisiones, "todo pasa por los recursos. No tengo ninguna queja de los profesionales sanitarios, pero siguen sin recursos. Sufrí retrasos en la primera ola y, de nuevo, en la tercera, un año después, nada ha cambiado? la sanidad sigue sin recursos ni medios profesionales suficientes"

Por último, un 40% de los pacientes está viviendo una situación de soledad no deseada. Esta sensación es la diferencia entre el contacto social que le gustaría tener a la persona enferma y la que realmente tiene.

Madalina, paciente de cáncer de mama diagnosticada en el verano de 2020, afirma que "no sabía que podía tener un psicólogo. Te dicen que tienes una enfermedad y sabes que tienes que tratarte para curarte, pero no piensas que psicológicamente esto vaya a afectarte y lo cierto es que arrasa como un tsunami sin que puedas compartirlo con tu gente, debido al aislamiento social".

Un Acuerdo Contra el Cáncer que una a toda la sociedad

Ante esta situación, la AECC pide que toda la sociedad española se ponga de acuerdo contra el cáncer para que toda la población tenga la misma facilidad en la toma de decisiones saludables para evitar hasta el 50% de los casos de cáncer; para que toda la población española pueda acceder a los programas de cribado de cáncer independientemente de su lugar de residencia; para que las personas con cáncer puedan afrontar el miedo y disminuir la sensación de soledad no deseada y que pacientes y familiares puedan acceder a tratamiento psicológico especializado el cáncer no provoque pobreza en las personas con cáncer más vulnerables; y para que nadie se quede sin diagnosticar como consecuencia de cualquier tipo de crisis.