La situación de pandemia hace a los agricultores pensar dos veces antes de decidirse a sembrar el tubérculo
Este año "seguramente se siembre menos de la mitad de patatas que el año pasado", según previsiones del agricultor de Villoria, Manuel Bonal Barrera, que ahora más como observador pero lleva el campo muy dentro y por ello no pierde baza del día a día de esta profesión.
En la labor de su hijo, por ejemplo, el año pasado sembró la mitad de patatas que el anterior, y este año no plantará nada.
Los factores coronavirus y crisis hacen pensar a Manuel Bonal que este año "los portugueses no tienen ni un duro", por lo que "no van a comprar patata cara", la que se lleven tendrá que ser "barata". En su opinión, puede que la patata valga "a últimos pero en fresco", porque ahora la que se usaba para guardar considera que no está tan demandada desde que se ha prohibido la utilización de polvos para evitar la germinación.
En estos momentos, en Villoria los agricultores están arreglando y pintando la maquinaria, poniendo a punto los tractores, "para que cuando empieces no pares", explica Bonal, y "aun así, siempre cuando estás trabajando sale alguna cosa".
El ejemplo de este agricultor es el de la mayor parte de los que hay en la zona, donde los cultivos más extendidos son "maíz, trigo, cebada patata y girasol", enumera. Siembran de "todo menos forraje", puntualiza. Este año el maíz ha dado un respiro al cobrarse a 3 céntimos el kilo por encima del año pasado. Entonces lo venían cobrando a unos 15 céntimos de Euro.