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“Los técnicos de emergencias sanitarias nos sentimos desbordados y algunos no llegamos a ser...
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Oliver Pérez, delegado sindical cgt

“Los técnicos de emergencias sanitarias nos sentimos desbordados y algunos no llegamos a ser...

Actualizado 27/01/2021
Lydia González

Denuncian que algunas ambulancias "tienen el kilometraje pasado, ya que se tienen que cambiar al llegar a 400.000 km. y hay de 600.000"

Durante estos meses de pandemia estamos viendo como médicos y enfermeros hacen frente a la lucha contra el coronavirus, aunque no son únicamente estos sanitarios quienes pelean diariamente en esta crisis, sino que hay más sectores en primera fila de la batalla como es el caso de los técnicos de emergencias sanitarias.

Uno de estos profesionales, Oliver Pérez, que también es delegado sindical de CGT, afirma que "la presión sanitaria que se vive en estos momentos y el aumento de contagios han dejado ver las costuras de este servicio de emergencias que tantas carencias tiene desde hace años. Y es que, desde 2016 este servicio cuenta con el mismo número de ambulancias teniendo en cuenta que en el último año se han atendido más de 360.000 avisos, un elevado aumento respecto a años anteriores".

"Hemos vivido algo dantesco pero intentamos no hablar de ello, porque hacerlo solo da lugar a hacer mala sangre, ya que sabemos que se podría haber hecho una mejor gestión por parte de las instituciones y no consideramos adecuado hacer escarnio del dolor de las personas", añade.

En este sentido, explica que "la Junta ha hecho un amago de intento por paliar la tercera ola y poner restricciones, pero el refuerzo de las ambulancias se ha quedado en malabares con el mismo personal y sin contratación, sólo para cubrir bajas".

Al igual que el resto de sanitarios, los técnicos de emergencias sanitarias se sienten desbordados con los avisos, llegando incluso a días de espera al inicio de la pandemia. Pérez recuerda que "en los meses de marzo, abril y mayo una llamada podía entrar a las 09:00 horas al centro de coordinación y el servicio no podía llegar al aviso hasta las tres de la mañana debido a la falta de ambulancias y trabajadores".

Además, reclama un aumento de ambulancias "porque no hay vehículos de repuesto, algunas tienen el kilometraje pasado (se tienen que cambiar al llegar a 400.000 kilómetros y hay de 600.000) y falta de calefacción en algunos casos, es intolerable trasladar a una mujer de 93 años en pleno temporal de Filomena sin calefacción".

Otro asunto polémico para el delegado sindical de CGT es "la falta de pruebas PCR a los trabajadores por parte de la empresa, ya que el servicio de riesgos laborales no veía necesario hacer estos test. Una negligencia en toda regla". Aunque afirma que no hay datos oficiales de contagios, "sabemos que muchos compañeros han padecido la enfermedad al someterse en mayo a test rápidos en los que el 70% de los trabajadores tenían antígenos o eran positivos, lo que significaría que, al no notar síntomas, ellos mismos podrían divulgar el virus sin saberlo y sin intenciones de erradicarlo por parte de la empresa".

Un punto caliente en este momento es la vacunación contra el covid, puesto que los técnicos de emergencias sanitarias se encuentran en primera fila contra el virus. Por eso, han llevado al Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León su queja sobre la no vacunación, "al considerar la Junta que no somos parte de SACYL, cuando somos un eslabón primordial porque tenemos que llevar a los enfermos al hospital".

Oliver Pérez afirma que sí se han empezado a vacunar compañeros de forma alterna con otros sanitarios pero hace dos o tres días que no llaman a nadie. "Según el propio protocolo de vacunacion, ya deberíamos estar vacunados todos, pero vamos tarde", lamenta.

En cuanto a la situación laboral de estos trabajadores, mantenienen su descontento salarial, "el convenio colectivo se mantiene congelado desde 2008, perdiéndose un 30-35% de poder adquisitivo, la gente no se cree lo que cobramos, algunos no llegamos a ser mileuristas". Según estos datos, para alcanzar una nómina digna, la plantilla tendría que realizar más de 250 horas al mes. Además, critican el exceso de jornada laboral, puesto que "pretenden cubrir más horas de las que un trabajador puede hacer, todo ello sin tener personal suficiente".

Además. concluye Pérez, "las instituciones mantienen sus contratos con empresas privadas como Ambuiberica con un contrato de 29,5 millones de euros por cuatro años. Esto es una empresa que se dedica a ganar dinero y no se preocupa de los trabajadores, descargan la responsabilidad en el trabajador".