Las restricciones en la movilidad propician el asalto a inmuebles vacíos

Hace ya un año que empezamos a familiarizarnos con ese nuevo término que llegaría para trastocar los planes de toda la población mundial: coronavirus.

El SARS-CoV-2 o más conocido como Covid19 ha logrado cosas que antes no nos habrían entrado en la cabeza: llevar siempre mascarilla, mantener las distancias con tus seres queridos e, incluso, no viajar durante meses.

Desde el mes de marzo del pasado año, momento en el que se decretó el Estado de Alarma obligando a un confinamiento domiciliario, se han disparado de manera considerable las ocupaciones de pisos y casas segundas residencias como vacías temporalmente.

Aunque durante la primera ola de esta pandemia, los delitos disminuyeron de manera notable tal y como demuestra el informe elaborado por el Ministerio del Interior basándose en datos de la Policía Nacional, Guardia Civil, Ertzaintza, Mossos d'Esquadra, Policía Foral de Navarra y la Policía Local, que indica que las infracciones penales descendieron un 24,8% con respecto al mismo periodo del año 2019.

Sin embargo, las restricciones a la movilidad, así como la prohibición de reunirse personas no convivientes ha propiciado que muchos inmuebles no reciban visitas durante meses y meses; ocasión perfecta para entrar a ocuparlos o desvalijarlos por completo.

Quizá hasta ahora cuando se pensaba en las segundas residencias no se consideraba necesario invertir en medidas de seguridad ya que, en algunos casos, los muebles no son de gran valor; pero el hecho de que entren al piso o a la casa puede llegar a suponer muchas pérdidas físicas, como el destrozo de la puerta o ventana a la que accedan, y emocionales al sentir que han entrado en un espacio propio sin tu consentimiento.

Por eso, la seguridad ha adquirido una relevancia especial a lo largo del pasado año por lo que es importante pensar en proteger nuestra segunda residencia con distintas medidas, ya sea una alarma, una cámara de videovigilancia o una puertas de seguridad.

En la actualidad, existen sistemas de seguridad conectados con la policía y capaces de avisar al momento al propietario a través de su móvil si la puerta se ha abierto o si alguien ha entrado en la casa.

Respecto a las puertas, sus sistemas de seguridad se han desarrollado hasta tal punto que cuentan con varias opciones; todas ellas además de contar con un pestillo, poseen la seguridad que les proporciona las guardas de doble accionamiento, de forma que una vez efectuado el cierre, quedan totalmente bloqueadas, no cediendo ante ningún tipo de forcejeo en su mecanismo.

En lo que a seguridad se refiere, las cajas fuertes siguen siendo uno de los recursos más utilizados aunque, en muchos casos se asocian a bancos, tiendas o grandes establecimientos; su función también puede resultar de muchísima utilidad en una vivienda particular.

Pero actualmente, existen muchas de medidas reducidas ideales para guardar las joyas de la familia o esos papeles que no se pueden perder en ningún caso y que, en todos los supuestos, protegen aquello que más importa gracias a sus sistemas de cierre y apertura segura.