Para este Franciscano, escritor y poeta, además de conferenciante y periodista, Mieza siempre fue un referente para la comunidad allí en la que se encontraba
Ha muerto. El 25 de este enero, de 2021, ha muerto el P. Femín de Mieza. Quiero recordar hoy, después de tantos años, que allá por otro enero, el de 2014, Fermín de Mieza recibió el PREMIO BRAVO-2014 DE LA COMUNICACIÓN. Y, en su brillante discurso de agradecimiento, que yo estaba allí, solo supo y quiso hablar de MIEZA y de SALAMANCA.
Recuerdo esto ahora, y lo escribo, porque Dios se ha empeñado en llevarse a Fermín de Mieza, como si este fuera el mejor momento, por parte de Dios, como para llevarse a los pocos Angeles que nos quedan en la tierra. Y, sobre todo, porque a Fermín de Mieza, tanto Salamanca como Mieza, que es su pueblo y es mi pueblo, le seguimos debiendo, todavía, algo más que un homenaje.
Un homenaje de reconocimiento, por su excelencia como escritor y poeta, y por ejercer de mensajero permanente de las bellezas y amores de su tierra salmantina.
Fermín de Mieza no fue solo PREMIO BRAVO-2014. Recibió, entre otros muchos, la Medalla de Alfonso X el Sabio, de manos del Rey, por sus especiales valores personales, sociales, profesionales y literarios.
Es un orgullo para su pueblo y es un orgullo para Salamanca. Durante más de 60 años, vivió entregado a un apostolado ejemplar; y con su Revista "El Santo", y con sus versos, y con una prosa de la más hermosa armonía literaria, entró en nuestras vidas y en nuestras casas, para saludarnos; para preocuparse de nuestros abuelos, para ayudarnos a educar a nuestros hijos; para hablarnos de la igualdad y la tolerancia; para enseñarnos a admirar las puestas del sol; para acercarnos, sin darnos cuenta, a la fe y tocar, con los dedos de la mano, un trozo de esperanza... Para enseñarnos a amar y enseñarnos a rezar.
Fermín de Mieza, profundo escritor y exquisito poeta, recibió el PREMIO BRAVO, haciéndolo coincidir con su despedida como Director de la Revista "El Santo". Yo le hubiera prohibido esa despedida. Le hubiera obligado a seguir dirigiéndola y escribiendo, hasta agotar toda la tinta de sus dedos, porque Fermín de Mieza siempre nos haría mucha falta. He colaborado con él, desde que fue Director de la Revista. Y me desalentó, cuando nos envió a todos sus colaboradores el mensaje de despedida :
"Queridos amigos: Dejo la Dirección. Necesito volver a mi mismo. No me perdona la edad, después de más de 57 años como director. Gracias y, por favor, seguid siendo mis amigos".
"Querido Fermín, le contesté. Quiero que me sigas llamando, todos los meses, para recordarme que te mande el artículo... Aunque sea de mentira... Pero, llámame. Es como no romper nada..."
Y pensé entonces, como pienso ahora, que el P. FERMIN DE MIEZA y su muerte no pueden pasar inadvertidos, ni para Mieza, ni para Salamanca.
Porque FERMIN DE MIEZA es también, con todo el lujo, FERMIN DE SALAMANCA.
Descanse en paz.
Jesús Calvo, de Mieza