Ante las nuevas medidas impuestas por la Junta, reconocen que se sienten "desprotegidos y abandonados"
Marina Cascón y Francisco Calle son los gerentes de la céntrica cafetería Toscano. Reconocen su "indignación" con las nuevas medidas restrictivas que les obligan a cerrar sus instalaciones a partir de este miércoles. "Es todo un sinsentido. ¿Quién se sienta en - 2° en la terraza en Salamanca?", explican.
Reconocen que se sienten desprotegidos y abandonados, "culpables por algo que no es culpa suya y que son ocho trabajadores los que se van a ver afectados en este momento". "Estas medidas siguen machacando la hostelería y que pocos negocios podrán subsistir mucho más", concluyen.