El sacerdote José María Yagüe comparte esta semblanza de su amigo y compañero
En el año 2011 (10-04), Jesús García, tras habérsele concedido la medalla de plata al mérito del trabajo y con dos de sus estrechos colaboradores, fue entrevistado por Bertín Osborne en un programa titulado "Un granito de arena". Impresionante entrevista como excelente ejemplo de lo que en el Evangelio conocemos como "semilla de la mostaza" y "levadura en la masa" Ahí se resalta cómo un barrio marginal se transforma e integra en la Ciudad a partir de un cura joven que pone en pie de paz y progreso (aquello sí fue verdadero progreso) a toda una población pobre y marginada.
"Qué pronto se me hizo tarde" era una de las muletillas que con frecuencia nos repetía Jesús, para expresar que nunca logramos todo a lo que un día aspirábamos. Y eso lo decía quien no debiera temer nada que reprocharse y cuyos logros y realizaciones estaban muy por encima del común de los mortales. Falleció anteayer a los 89 años y medio, tras varios años de padecimientos y movilidad muy reducida. En los que, me decía, "me paso el día rezando". Y cuán corta se nos ha hecho a los amigos su presencia entre nosotros.
Escribo el día del Bautismo del Señor. De el Señor Jesús nos dice quien le conocía muy bien, el apóstol Pedro: "Pasó haciendo el bien y creando toda dolencia y enfermedad". Salvando todas las distancias, su discípulo homónimo, Jesús de Morille, Jesús "Piza", como lo llamábamos familiarmente, también ha pasado haciendo el bien y curando muchas dolencias y enfermedades.
Y fuera de la Parroquia: los alcohólicos rehabilitados, de cuya asociación fue cofundador con D. Juan Ávila, ilustre médico-psiquiatra, ya fallecido y María, de las Carmelitas de la Caridad. Hasta hace muy pocos años, D. Jesús ha estado asistiendo a las terapias semanales. Y cuántos han podido tener una vida familiar y laboral feliz y fecunda, gracias confiesan ellos a haber tenido la suerte de encontrarse con D. Jesús.
He dejado su servicio diocesano y regional. Durante veinte años más o menos fue Vicario de Pastoral primero y Pastoral Rural después. ¡Cuántas visitas y ayudas a compañeros sacerdotes del mundo rural a veces en misiones delicadas y cuántas otras como meras suplencias en caso de ausencias o enfermedades!
En el año 2005, Santos C. Pinto con su buen humor escribía unas coplas de las que copio las dos últimas estrofas:
Ganando en esfuerzo y brío
Se mete de pies al río
En el barrio Pizarrales
Y de repente se lanza
A traer agua por las calles
O todo lo que haga falta?y agita al viento sus brazos
y al cielo un clamor exhala, ?y la gente a voz en grito
pide para él la medalla.
El barrio como peonza
Baila en torno a ti una danza
Y te dicen con las mano
Con los ojos y la panza
Que te quieren, que te adoran
¡Eso es más que una medalla!
Sí, ese manantial se ha extendido por muchos espacios humanos. Desde Peñaranda como Coadjutor de la Parroquia y Capellán de Carmelitas, hasta Capellán de las Hermanitas de los Pobres en sus años de jubilado, pero habiendo saciado mucha sed en los enfermos, en su brillante etapa de Delegado de Pastoral de la Salud, antes como Delegado de Cáritas Diocesana y después como Consiliario Nacional del Movimiento Fe y Luz. Siempre cerca de pobres, enfermos, excluidos. Ya en los años iniciales de Coadjutor en Peñaranda con cercanía a los Movimientos de JOC y HOAC y a los Cursillos de Cristiandad, su opción era clara: los pobres. Y siempre y sobre todo las personas. Estas dos ideas las decía siempre. Pero las sentía y vivía en profundidad.
Me ha ocupado demasiado espacio el personaje. Pero habría que mirar más a la persona y al amigo y al creyente. Al sacerdote que ha vivido intensamente su amor a Cristo, lo que ha centrado y dado unidad a su vida. No puedo silenciar lo más importante. Lo diré en tres términos que definen muy bien a Jesús. Tres términos que resuenan con abundancia en el Nuevo Testamento, frutos de la experiencia pascual y que definen con precisión a nuestro amigo:
Paciencia, que es también resistencia en las adversidades, resiliencia se dice hoy, perseverancia en el empeño y conformidad activa con la marcha de la historia pero tratando modificar lo negativo en positivo. Todo su quehacer fue un constante ejercicio de todo eso que trata de traducir la palabra griega hypomoné.
Lo que en la Biblia se llama parresía y nosotros siempre hemos llamado celo apostólico. Con gran dosis de valor y valentía. Creo que no he conocido a otro sacerdote con mayor disposición y deseo de servir y de seguir sirviendo. Por eso, si algo le disgustó seriamente en su vida, es que no se siguiera contando con él cuando pensaba que podía seguir siendo útil.
Termino: Todo lo anterior enriquecido con su Pasión de los últimos años. Fuertes dolores de columna, inmovilidad, incapacidad para el ministerio. Hecho oración, pasando la mayor parte de su tiempo rezando. Una de las últimas cosas que me dijo: me paso el día rezando.
Gracias, Señor, por tan gran regalo. Para resumir su vida, así terminó él la entrevista televisiva de hace 10 años: "TODO HA SIDO GRACIA DE DIOS".
José María Yagüe Cuadrado