"Pido el máximo cuidado y la máxima prudencia, está en nuestra mano frenar esta tercera ola. Es de vital importancia evitar los contagios"
La consejera de Sanidad, Verónica Casado, se ha mostrado muy preocupada por la situación en la Comunidad en relación a la COVID-19 y ha afirmado que "los datos indican que se ha iniciado la tercera ola".
En este contexto ha mencionado Salamanca porque preocupa su incidencia diaria que supera la acumulada. "Pido el máximo cuidado y la máxima prudencia, está en nuestra mano frenar esta tercera ola. Es de vital importancia evitar los contagios", añadía.
A día de hoy Salamanca tiene tasa de incidencia acumulada de 107 casos por 100.000 habitantes diagnosticados en 14 días y de 72 en los últimos 14 días. De momento, se mantiene en nivel de alerta 3, lo que supone un riesgo alto, transmisión comunitaria no controlada y sostenida que excede las capacidades de respuesta del sistema sanitario.
Podría pasar al nivel de alerta 4 (riesgo muy alto o extremo, transmisión comunitaria no controlada y sostenida que excede las capacidades de respuesta del sistema sanitario, y que podrá requerir medidas excepcionales) si la citada incidencia a 7 días llega a 200.
Por otra parte, destacaba que en los hospitales de la región hay 550 ingresados por coronavirus, 410 en planta y 140 en las unidades extendidas de críticos. En su opinión, "que una tercera ola comience con esta ocupación puede afectar gravemente a la situación en las próximas semanas". Advertía que si se colapasan los hospitales no se podrá atender a muchos pacientes pendientes que tienen otras patologías.
Por eso, Casado se mostraba partidaria de seguir la siguientes recomendaciones de los expertos:
Además, afirmaba que "la recomendación más importante es la necesidad del confinamiento inteligente para todos los ciudadanos. No les podemos obligar pero si les pedimos que lo hagan, que limiten al máximo sus contactos sociales". Con todo esto manifestaba que espera un enero complicado.
Del mismo modo, anunciaba que Avila pasará a nivel 4, se mostraba partidaria de la colaboración de los militares para impulsar la vacunación y advertía que aunque algunos expertos piden un confinamiento domiciliario estricto de dos semanas, la Junta no tiene esta competencia y el Gobierno rechaza esta medida.