Desde ASPES aseguran que no es más que una ley parcial fruto de los "vaivenes políticos" que no busca mejorar la calidad educativa
El sindicato de profesores de Castilla y León, ASPES-CL, ha publicado un manifiesto en el que opinan sobre la nueva ley de Educación, la LOMLOE, haciendo hincapié en lo que entienden como sus aspectos más positivos y negativos.
Desde ASPES destacan que en su opinión se trata de una vez más de una ley parcial que adolece, como las anteriores, del elemento más necesario e imprescindible para garantizar su buen funcionamiento: el consenso. Entienden que la LOMLOE nace con los mismos vicios que todas y cada una de las anteriores leyes educativas: la falta de un consenso político en materia de educación. Desde ASPES-CL nunca han dejado de exigir la puesta en escena de un pacto por la Educación que incluya a todas y cada una de las fuerzas políticas nacionales y que sirva para crear una norma estable, alejada de los caprichos de los políticos de turno, duradera en el tiempo y que satisfaga las necesidades de todos y cada uno de los elementos implicados en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Si cada nuevo gobierno va a establecer su propia ley educativa, aseguran desde la formación, sólo se conseguirá disponer de normas efímeras que acabarán provocando inseguridad jurídica, malestar social y, lo más importante, el desánimo entre el profesorado, el cual, siendo la pieza clave en el proceso formativo de nuestros jóvenes, acaba siempre por quedar relegado a mera mano de obra silenciosa en medio de tantos vaivenes normativos. Además, se prevé que una vez más se provocarán lamentables desigualdades formativas y de oportunidades que se producirán al amparo de 17 sistemas educativos diferentes generados por las dispares interpretaciones y desarrollos del marco legal general de la nueva ley. En definitiva, sin consenso político y sin pacto educativo es imposible que exista una buena ley educativa, aseguran.
Manifiesto de ASPES
Aspectos positivos Entre las cosas positivas que la LOMLOE presenta conviene señalar de manera especial la encendida defensa de la enseñanza pública como sistema de referencia para la educación. Es una postura con la que coincidimos plenamente y de la cual nos congratulamos ya que desde ASPES-CL llevamos muchos años luchando para conseguir que el sistema de conciertos resulte subsidiario de la enseñanza pública y sólo tenga cabida cuando en el sistema público no se pueda disponer de la oferta necesaria. ASPES-CL celebra la intención de la LOMLOE por aumentar la inversión presupuestaria en la enseñanza pública hasta convertirla en el referente del sistema educativo, así como el hecho de que se enfatice el carácter laico de la educación en los centros públicos. Asimismo, coincidimos plenamente en los planteamientos derivados de esta preponderancia de la enseñanza pública en lo relativo a la distribución del alumnado: si ha de haber centros privados sostenidos con fondos públicos, dichos centros deberán funcionar en los mismos términos que los públicos en lo que respecta a la admisión de alumnos, con un reparto equitativo y proporcional del alumnado problemático o con necesidades específicas. Aspectos negativos Por otro lado, determinados aspectos de la LOMLOE deben movernos a preocupación, ya que la nueva ley parece empeñada en revivir ciertos espectros logsianos que a estas alturas consideramos que deberían estar ya superados. Así, por ejemplo, todo lo relativo a la promoción y la titulación de los alumnos con asignaturas suspensas es una cuestión que va en claro detrimento de la calidad de la enseñanza y, en consecuencia, debe ser rechazado con firmeza. Desde ASPESCL entendemos y manifestamos que no se puede permitirla promoción de curso con asignaturas suspensas bajo ningún concepto, ya que tal consentimiento supone lanzar al alumnado un mensaje de laxitud cuya consecuencia más inmediata es el desprecio al esfuerzo personal, entendido como método de superación de dificultades y motor de la autoestima del individuo. Otro asunto negativo de la nueva ley es su intención de facilitar el agrupamiento o fusión de materias en todos los cursos de la etapa de Secundaria, lo que de facto llevaría a la aplicación en la ESO de estrategias curriculares propias de etapas previas (Primaria) o de programas específicos para alumnos con dificultades (antaño Diversificación, hogaño PMAR). Desde ASPES-CL seguimos y seguiremos reivindicando la especialización curricular como motor del proceso de enseñanza-aprendizaje y como estrategia inequívoca e imprescindible para lograr un sistema formativo de calidad. Un punto particularmente inquietante, que para desgracia de los docentes parece perpetuarse con cada nueva norma, es la ausencia de medidas de ayuda al reconocimiento de la labor del profesorado con el desarrollo de la carrera profesional. Una vez más se ha desaprovechado la oportunidad de contribuir a reparar un daño histórico, una deuda que tanto los sucesivos Ministerios de Educación como las Administraciones educativas regionales han estado fomentando con sus normativas vacías de estímulos y reconocimientos hacia la figura central del proceso de enseñanza-aprendizaje. En ASPES-CL nunca dejaremos de exigir que toda ley educativa contenga obligatoriamente las necesarias medidas de apoyo y reconocimiento a la labor profesional de los docentes, ya que de lo contrario, tal y como ha venido sucediendo con las últimas normativas, cualquier ley educativa nacerá incompleta. Por último, cabe rechazar otra cuestión importante: la que hace referencia al nombramiento de los miembros de los Servicios de Inspección Educativa al margen de los correspondientes procesos de Oposición al Cuerpo de funcionarios. ASPES-CL reivindica que todos y cada uno de los puestos de trabajo relativos a la docencia y la inspección educativa se provean mediante el preceptivo proceso de selección por oposición, tal y como sucede en todos los ámbitos de la Administración Pública. Que la LOMLOE deje entrever la posibilidad de que las Administraciones educativas elijan a dedo a los nuevos inspectores trae tres consecuencias que consideramos inaceptables: en primer lugar, supone un quebranto a la objetividad que aportan los procesos de selección de funcionarios por oposición; en segundo lugar, contribuye a crear una sensación de oscurantismo ante la posibilidad de que se esté intentando perpetuar en el cargo a aquellos inspectores que en la actualidad lo desempeñan sin oposición; y en tercer lugar, nos hace sospechar que las Administraciones educativas, mediante los nombramientos discrecionales, buscan ejercer un control todavía más riguroso sobre los centros educativos, poniendo en cuestión la autonomía de los mismos. En resumen, desde ASPES creemos que para lograr una Educación de Calidad es necesaria un Ley Educativa alejada de los vaivenes políticos, dirigida únicamente a conseguir que los alumnos alcancen el mayor nivel de desarrollo posible de acuerdo a su capacidad. Y en este punto la LOMLOE deja mucho que desear. |