El cierre de bares durante catorce días es calificado de "caótico" por parte de los hosteleros
Hosteleros de tres bares diferentes de Palaciosrubios, Zorita de la Frontera y Cantalapiedra consideran nefasto el cierre por quince días que se inicia mañana.
En Palaciosrubios los establecimientos hosteleros han apurado las últimas horas de apertura con pocos clientes, como es habitual. Razón por la cual estiman que esta medida quizá podría haber sido prescindible en pequeñas localidades, donde el aforo reducido ya garantiza la distancia de seguridad requerida.
El Bar Yuma's de Cantalapiedra continuará atendiendo pedidos por encargo, pero su regente estima que "es un fastidio", porque "dejas de ingresar pero tienes que gastar", explica. Entre las obligaciones de un establecimiento de estas características se encuentran los seguros, luz, seguridad social,módulos.. Además "en los pueblos somos pocos, a ver que hace la gente en invierno", argumenta.
En el chiringuito de Zorita de la Frontera hace pocos días estrenaron la terraza cubierta. Ahora en quince días no conseguirán los ingresos necesarios para ir amortizando dicha instalación. Además tienen el "género pagado y sin dinero"; explica Laura Hernandez, que es la empresaria que gestiona este bar y el de Peñarandilla. El segundo aún no lo han podido abrir.
Laura Hernández se está planteando el cierre del chiringuito hasta el verano, pues durante el confinamiento tuvo que recurrir al ERTE, aunque tuvo que adelantar los salarios a sus empleados para que pudieran seguir viviendo pese a los retrasos en los cobros de las ayudas estatales.
Antes de cerrar Laura Hernández ha obsequiado a sus clientes con cerveza del barril que tenía abierto. "Para tirarlo prefiero que lo beban los clientes", argumenta. Una vez abiertos estos recipientes, si la cerveza no se consume en unos días se estropea.
Laura califica de "caótica", la situación y manifiesta que "puedes tirar pero la ilusión la has perdido"