Desde el sindicato denuncian falta de previsión por parte de las administraciones educativas
El Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras (STE) de Salamanca, el inicio de curso ha sido caótico y demuestra una gran falta de previsión por parte de la Consejería de Educación. Desde el sindicato señalan que "desde mayo-junio se podía prever que en septiembre se necesitaban medidas para una vuelta segura a las aulas. Pero no ha sido así".
Las comunidades autónomas no avanzaron apenas trabajo durante el verano dentro de sus competencias y el Ministerio de Educación las citó a una reunión el 27 de agosto, cuando ya no había apenas margen para la reacción en los centros educativos. Las plazas vacantes para docentes en régimen de interinidad estaban ya creadas y faltaban apenas días para ir elaborando grupos y horarios.
Según Teresa Vicente Ramos, portavoz del STE,: "tras un verano de intenso y encomiable trabajo por parte de los equipos directivo, llevado a cabo en condiciones de total incertidumbre, el curso ha comenzado con una sensación absoluta de caos e improvisación por parte de las administraciones educativas". Los problemas han sido graves y numerosos. La obligatoriedad de la distancia de seguridad se estableció una vez organizados los centros educativos y supuso una repetición del trabajo ya elaborado. Los procedimientos para tramitar casos sospechosos de Covid-19 en los centros educativos se fueron elaborando a lo largo de septiembre y aún generan dudas en los equipos docentes responsables de llevarlos a cabo.
Desde el STECyL y el STE de Salamanca se han reivindicado numerosas medidas para intentar lograr una necesaria vuelta a las aulas de forma presencial que permitiera cumplir el derecho a la educación a todo el alumnado sea cual fuere su situación social y económica, pero que a su vez se tratara de una vuelta segura en la que el riesgo de contagio fuera mínimo. "Son medidas básicas para que las aulas sean lugares seguros donde se garantice el derecho a una educación presencial", dice su portavoz.
Más profesorado, garantía de la distancia de seguridad, reducción de la ratio, mascarillas FFP-2.
Transparencia y justicia en el llamamiento al personal interino.
Agilidad, evaluación personalizada y atención a docentes embarazadas en el Procedimiento de Actuación Específico para Trabajadores y Trabajadoras especialmente sensibles (TES).
Reducción de la presencialidad en los centros, rebaja del número de horas lectivas, realización de actividades no lectivas de forma telemática.
Descarga de responsabilidad y de burocracia a los equipos directivos y docentes.
Facilidades para la conciliación de la vida familiar ante las cuarentenas.
Agilidad en la realización de pruebas PCR a las personas sospechosas de tener Covid-19 e inmediatez en la sustitución del profesorado que de positivo.
A pesar de los esfuerzos de los equipos directivos y las medidas tomadas por las administraciones educativas, desde el STE de Salamanca consideran que aún quedan necesidades por cubrir:
Todavía falta personal, tanto profesorado (sobre todo de FP) como en algunos comedores. (¿datos?)
No hay medidas de conciliación para atender a menores en cuarentena.
Concreción en las actuaciones educativas para el alumnado que está confinado.
Falta concreción en la medida de la distancia de 1,5m seguridad en las aulas.
Algunos centros tienen dificultades para aplicar las medidas de seguridad debido a sus instalaciones (pasillos, patio, puertas de entrada y salida, etc.).
Sigue habiendo retraso en las pruebas PCR y no se hacen a todo el personal que ha estado en contacto con la persona afectada.
Falta información acerca de la distinción entre síntomas de Covid-19 y otras enfermedades. Los docentes no son personal sanitario.
Hay aglomeraciones en el transporte escolar, donde no se mantiene la distancia de seguridad.
Existen problemas en la realización de pruebas de seroprevalencia. Aún hay profesorado al que no se le ha hecho y las condiciones físicas de las oficinas de mutuas encargadas no garantizan seguridad ante un posible contagio.
No se ha personalizado la atención al personal docente especialmente sensible.
En algunos CRAs no se está llevando a cabo la limpieza de las instalaciones con la frecuencia necesaria.