La ex pareja se ha visto las caras este lunes en los Juzgados de Pozuelo de Alarcón por la doble filiciaón de los hijos que tuvierón mientras estaban juntos
Miguel Bosé ha conseguido pasar inadvertido y que ninguno de los numerosos medios de comunicación apostados a la entrada de los Juzgados de Pozuelo de Alarcón pudiese captar una imagen suya, a la salida ha optado por una estrategia similar. Y es que, después de cinco horas de un tenso cara a cara con Nacho Palau, el cantante de "Morena mía" ha salido del edificio judicial por una puerta de parquing poco habitual, y oculto en la parte de atrás de una furgoneta con los cristales tintados para evitar ser visto. De ahí, Bosé se ha dirigido directamente a su domicilio - en una lujosa urbanización a las afueras de Madrid - donde, nervioso, espera la decisión judicial que determinará el futuro de sus hijos.