Entrevistamos a Ángel Lerma, presidente de ASFERSA
El colectivo de feriantes es uno de los grandes damnificados con la suspensión de actividades. Este verano no se han visto atracciones de feria, autos de choque o juegos hinchables infantiles en las fiestas de los pueblos, ya que no estas no se han celebrado. Junto con músicos de orquesta son algunos de los sectores que han visto su actividad totalmente detenida este verano.
Ángel Lerma es el presidente de la Asociación Provincial de Feriantes de Salamanca y comenta la sitaución que están viviendo durante la pandemia: "Las instituciones nos han dejado completamente a un lado, nos han abandonado por completo y no se han acordado de nosotros. El año está siendo un auténtico desastre y muchas familias están desesperadas; teníamos la esperanza de remontar con la feria de Salamanca y Valladolid, incluso aprovechar la de Albacete, pero todo se ha ido al traste. El trabajo y el pan de casi 70 familias de Salamanca está completamente en el aire y nadie nos ayuda, nosotros los feriantes "siempre hemos intentado apoyar y ayudar a las ONG´s y ahora son ellos quienes nos están ayudando a nosotros a sobrevivir."
Algunos profesionales se han arriesgado a cumplir con las restricciones, solo para ver que el resutado es insatisfactorio, como comenta Lerma: "Hemos visto como el circo montó sus instalaciones y ahora ven que no pueden actuar. Nosotros los estamos ayudando como podemos pero al chico solo le queda ponerse a pedir en la puerta porque es mucho dinero el que está perdiendo. La gente no sabe la cantidad de familias y trabajadores que hay detrás de un circo, artistas, trabajadores, etc".
La falta de ayudas gubernamentales es una de las protestas por parte del sector: "La única ayuda que nos ofrecen es a partir de 2021 pero a esas alturas no sabemos ni donde estaremos, necesitamos ayuda urgente para sobrevivir. También estamos pensando en una asociación a nivel nacional junto a más feriantes de España, orquestas, circos, charangas, etc pero no sabemos qué hacer, la situación es muy difícil y ahora cada familia intenta subsistir y trabajar en lo que puede, los pagos siguen llegando, los que tienen naves para guardar las atracciones tienen que seguir pagando, no aguantamos más.