Mientras muchas de las personas que pasan temporadas en la villa han retomado rumbo a sus primeras viviendas, los que quedan demandan mejoras necesarias
En Villaflores se nota que muchas personas han abandonado la localidad rumbo a sus primeras residencias. La vida vuelve a la normalidad tras las fiestas de San Agustín. Las calles vuelven a estar más vacías.
Hay varias reivindicaciones que se pueden escuchar charlando con las gentes de la localidad.
Una queja se debe a la mala cobertura de telefonía móvil. El alcalde, Vicente José González, ofrece a las compañías el apoyo del Ayuntamiento para reforzar la señal.
La segunda reivindicación procede del Consistorio y es la negativa del mismo a tener que renunciar, ceder o prestar su remanente o parte del mismo. González pedirá a los alcaldes de la Mancomunidad que manifiesten en conjunto su descontento con esta medida que piensan perjudica a los Ayuntamientos ahorradores.
La tercera razón del malestar vecinal tiene que ver con los impuestos catastrales, tanto de bienes rústicos como urbanos. En estos términos municipales las valoraciones catastrales, sobre todo de urbana, son más elevadas de la realidad, lo que redunda en unos impuestos muy superiores a los que estas gentes entienden razonables. Los vecinos se quejan de la subida que han experimentado estas tasas, sobre todo en los últimos años.