El Proyecto Iconográfico de la iglesia parroquial San Miguel Arcangel ya es una realidad que ahora sorprende a vecinos y visitantes desde la Casa del Arte, nueva y temporal residencia de las obras surgidas de las manos y las horas de trabajo en el estudio del artista peñarandino Alejandro Mesonero.
Hoy, al verlas colgadas en las paredes de este museo, el pintor no esconde sus emociones, ni las sensaciones que supone ver finalizada esta gran obra. "Es una satisfacción grande, más que nada por peñarandino. Siempre he querido dejar algo en mi pueblo y en mi iglesia, que nos hemos visto crecer, seas religioso o no?pero bautizado estas, has hecho la comunión?y todos acabamos en ella y dentro de una caja?ver la iglesia como esta y verla con lo que vamos a aportar es un orgullo" asegura Alejandro.
Pero, al margen de lo emocional del proyecto, impulsado a través del Ayuntamiento de Peñaranda y la comunidad parroquial, está el lado más artístico y laboral, algo sobre lo que el pintor peñarandino asegura que "como pintor también es un orgullo, pero con ciertos matices. Es un trabajo más realizado, siempre hablando en el estricto sentido pictórico, muy alejado del sentimental. Mis cuadros son muy elaborados y pensados, con mucha carga intelectual. Ellos representan todo esto, por lo que no ha supuesto un esfuerzo añadido, ya que además lleva un gran componente emocional. Mi ilusión es que supongan un aliciente para que nuestra iglesia pueda presentar un atractivo que genere la curiosidad de la gente y nos visiten, sea por la motivación que sea, desde la fe o no".
Pero el planteamiento de la creación de todas estas obras y su idea principal no es algo nuevo ni que se gestara muy poco tiempo atrás. Han sido décadas con la idea
"pensada y repensada" que, tal y como recuerda A
lejando Mesonero, "la tuve metida en un cajón más de 30 años?ahora verla realizada es emocionante. El proyecto aún es más amplio, y todavía tengo yo ahí ese gusanito, pero ver ahora esta obra hecha realidad es una sensación indescriptible".
Sobre las sensaciones que ofrecen los cuadros a quienes visitan la Casa del Arte, lo tiene claro "impresionan por el tamaño, pero al final es la idea en la que se basa en el eje central del proyecto, que parte desde el Altar con el oficiante, con el Sagrario y el gran crucificado en el mismo eje, quedando por encima el Resucitado y encima el Espíritu Santo. Este último, tan abstracto, es desde el que parte toda la idea, que juega con las luces y los detalles en cada uno de los cuadros, siempre acordes con la historia y la labor que cada uno de los apóstoles desarrollaba y que están plasmados en las obras", Una idea originaria, la del apostolario, que también tiene su porque ya que asegura que "en el antiguo retablo teníamos uno y de ahí surgió la idea. Quiero que la gente se encuentre con las obras, descubra sus detalles, que comprenda el porqué de cada uno, y hacer pensar un poco sobre ello".
Lo abstracto del Espíritu Santo, creación que reconoce es la que más trabajo le ha costado conseguir a Alejandro Mesonero y que aún le sigue impresionando, o el parecido entre muchos de los apóstoles debido a las ramas familiares y la consanguinidad que les unía, encontrándose entre ellos tres parejas de hermanos o dos primos carnales, son solo algunos de los detalles que pueden descubrirse en las jornadas especiales de apertura que concluyen este próximo 23 de agosto. Aquellos que deseen conocer de primera mano la obra, pueden visitar la Casa del Arte, de 12 a 14 horas este domingo y comprobar la realidad de una idea que ha tomado forma definitiva y cuyo próximo y eterno destino será la iglesia parroquial.