Si algo está siendo verdaderamente destacando a lo largo de este atípico verano es la vuelta a los pequeños municipios de toda la provincia, especialmente durante los meses estivales. Una situación, que de toda la vida ha sido algo habitual, pero que este año, con la incertidumbre generada por el Covid-19, ha llevado a muchos a cancelar sus planes vacacionales, para disfrutar de su descanso en el pueblo, lo que, tal y como nos aparenta, tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
Testigo de esta nueva situación es Mauricio Angulo, alcalde de Sequeros, quien ha visto como su habitual población de poco más de 250 habitantes, se ha convertido en más de 700 personas, lo que les ha obligado a reestructurar los servicios del municipio, además de vivir una nueva realidad, algo más abultada que cualquier otro verano.
"Notamos mayor afluencia sí, pero desde el confinamiento, Hay quienes se vinieron justo cuando lo decretaron y aquí continúan. Pero idas y venidas también hemos tenido e incluso hasta algunos se han decidido a empadronarse aquí durante este tiempo, asique podemos decir que hemos ganado población" asegura el regidor.
Pero una de las cuestiones troncales de esta nueva realidad del verano rural es "lo bueno y lo malo" que tiene la llegada masiva de visitantes. Sobre esta cuestión, el primer edil de Sequeros asegura que "
bueno tiene un poco en todo, desde la vida de la localidad hasta la economía. Los inconvenientes principalmente son que los recursos de los que disponemos son para un municipio de 200 pero ahora tenemos que darlos para más de 700. Gracias a las subvenciones de Diputación podemos ofrecerlos, a través de la contratación de más gente. De hecho ahora mismo tenemos más que
doblada la plantilla de trabajadores. Pero somos conscientes de la situación y actuamos en consecuencia" algo que, además de servicios básicos, están ofreciendo otros como "la desinfecciones de toda la localidad, a pesar de que la Junta no obligue a ello. Pero ahora que hay más población creo que es más importante asique seguimos con ello, haciendo trabajos a diario con lejía y mochilas".
Mauricio Angulo resalta que en estos días "vivo la sensación de que quienes llegan sienten el pueblo como suyo. La gente hasta ahora planificaba sus vacaciones en función de los eventos que hubiera en el municipio, además de notarse en los negocios, es un motor importante para continuar adelante" pero al preguntarle por lo que ocurrirá a partir de septiembre, es tajante al afirmar que "ahora mismo creo que todo está en el aire, sobre todo en el tema sanitario. Pero creo que si la situación se complica, sé que hay gente que ya tiene decidido quedarse una temporada más, sobre todo jubilados y gente que está más libre. Hemos dispuesto incluso una sala destinada al tele-trabajo para quienes lo necesiten, espacio que ya se ha utilizado y seguiremos manteniendo por si alguien más decide quedarse y necesita de ella. Creo que ofrecer servicios y calidad de vida es fundamental para poder asentar población, además de ayudar a la que podemos denominar población flotante", criticando además, como alcalde y sanitario de profesión "que se relajen las medidas preventivas. El estar en el pueblo no significa que no pase nada ni que podamos relajarnos. No puede ser, no podemos bajar la guardia ni aquí ni donde sea, sobre todo en el ocio nocturno. La gente joven parece que está siendo poco responsable, aquí también lo estamos viendo. Esto no puede ser, es más serio de lo que se creen.