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Teresa Blanco: “Es extraño actuar delante de un público tras una mascarilla”
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profunda crisis en el mundo del espectáculo

Teresa Blanco: “Es extraño actuar delante de un público tras una mascarilla”

Actualizado 05/08/2020
Kiko Robles

Esta cantante salmantina que actúa en orquestas ha ofrecido varios conciertos de pequeño formato tras la desescalada

Una de las artistas que está sufriendo el parón casi por completo del mundo del espéctáculo festivo es Teresa Blanco. Esta salmantina compagina su carrerra profesional como cantante con su trabajo como logopeda. Tras una actividad casi incesante durante todo el año le toco vivir un complicado confinamiento y el anuncio de la suspensión de los festejos en la desescalada.

¿Cómo se vivió lo peor de la pandemia en el mundo del espectáculo?

Cuando llegó el estado de alarma muchas orquestas ya habíamos empezado la temporada. Desde noviembre muchas formaciones inician los ensayos porque el repertorio de canciones se renueva todos los años. Por lo que el confinamiento llegó justo en el peor momento, cuando estábamos realizando las primeras actuaciones y nos preparábamos para el grueso de la temporada, que lógicamente es en el verano. Nos quedamos bastante desamparados, porque no sabíamos si iba a pasar, o si íbamos a poder trabajar más tarde, que al finalmente no pudo ser. Ha sido una parada total como no se ha visto prácticamente en ningún sector.

¿De qué manera se encajó la decisión de no celebrar fiestas durante el verano?

Las orquestas al tener que suspender toda la actividad supuso un verdadero golpe. Se han recuperado muchos sectores, con más o menos normas y restricciones, pero la cancelación de las fiestas ha supuesto la total desaparición de las verbenas, y con ellas el trabajo de las orquestas. Debido al carácter de nuestras fiestas, las verbenas invitan precisamente a la socialización y al baile, que son precisamente de las prácticas contraindicadas en época de pandemia. Sin embargo, somos igualmente músicos y se pueden ofrecer conciertos con otro tipo de repertorio, con música más tranquila, que sirva igual para festejar, pero manteniendo las medidas de seguridad y es algo que no es posible. Poco a poco se ven espectáculos más pequeños, solistas, dúos, pero naturalmente no sirve como sustituto. El número de trabajadores que mueve una orquesta es muy grande. Además de los músicos y bailarines que se ven en el escenario hay que sumar técnicos de sonido, montadores, conductores, comerciales, encargados de vestuario? y también han tenido que cesar la actividad por completo. La actuación de un solista, como mucho acompañado de un técnico, no sirve como alternativa laboral.

¿Es difícil vivir esta situación siendo profesional del sector?

Pues con mucha incertidumbre. En mi caso tengo otro empleo, pero he perdido la mitad de mis ingresos. En el caso de muchos compañeros que se dedican exclusivamente a esto están sin ingresos desde hace meses y sin esperanzas de poder hacerlo en los próximos meses. A esto hay que sumar la dificultad de muchos trabajadores de cobrar ayudas. Los requisitos no se ajustan al tipo de trabajo que desarrollamos y es difícil cumplir con los requisitos. Harían falta ayudas más concretas para el sector, porque hay un gran desconocimiento de la forma de trabajar. Sin embargo, no queremos vivir de ayudas, queremos vivir del trabajo y por ahora no es posible.

¿Cómo has vivido las actuaciones que has ofrecido tras el estado de alarma?

Sí que he podido ofrecer algunas actuaciones, pero en formato muy pequeño. En 18 años que llevo cantando profesionalmente, ha sido el parón de actuaciones más largo que he tenido, y se ha notado mucho. La sensación ha sido muy extraña. Aunque se puede ensayar en casa, no es lo mismo que hacerlo con compañeros y la falta de actuaciones termina repercutiendo en el rendimiento. Lo cual es un problema añadido. En cuanto al público, pues se nota el miedo a acudir a actividades multitudinarias. Se nota al ver que el aforo de los recintos, ya limitado por la normativa, no se llena por completo. Siempre se echan ganas a la hora de actuar, y más tras el parón, pero es una sensación extraña, porque el público está tras una máscarilla y es difícil ver sus reacciones, que son importantes para los artistas a la hora de controlar una actuación. Pero hay que reinventarse y no podemos dejar de agradecer a los ayuntamientos y entidades que siguen apostando por la música y los artistas para sus celebraciones. La música es imprescindible para la vida, y especialmente en estos momentos tan difíciles.

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