La Policía Local interpuso 22 denuncias por no llevar la mascarilla el pasado sábado, por debajo de lo habitual
El mapa de los rebrotes por coronavirus en España continúa ofreciendo nuevos casos en todo el territorio nacional. La mirada de los expertos se ha posado desde hace semanas en el ocio nocturno como origen de algunos de los rebrotes, aunque por detrás de las reuniones familiares y sociales, que se perfila como una de las actividades más peligrosas.
Los empresarios de ocio nocturno han sido de los últimos en poder reanudar su actividad, y temen ser los primeros en volver a cerrar, como ya ha ocurrido en Cataluña, si la situación continúa empeorando. En Salamanca el comportamiento del público no está siendo especialmente desafiante con las normas. El pasado sábado, la Policía Local cursó un total de 22 denuncias por no usar la mascarilla por la calle. Un número menor al habitual para ese día de la semana desde que es obligatorio.
La normativa de la Junta de Castilla y León ha limitado el aforo de los locales de ocio nocturno y ha impuesto normas especiales, como que las pistas de baile no pueden destinarse a su fin original, pudiéndose llenar ese espacio con mesas y sillas, siempre que se respete el aforo y la distancia de seguridad.
El comportamiento del público
Los locales nocturnos se afanan en cumplir la normativa de la mejor manera. En el interior de los locales se anima al cumplimiento de las reglas de seguridad como el uso de mascarilla y mantener la distancia de seguridad. Sin embargo, esto ocurre en el interior de los locales o en las terrazas, ya que no es extraño ver imágenes del público en las calles salmantinas sin guardar el metro y medio de distancia correspondiente o demostrando un mal uso de las mascarillas, la cual debe usarse el mayor tiempo posible que no se esté consumiendo. Los propios hosteleros reconocen que de puertas afuera de sus locales no tienen ninguna capacidad sobre el público.
Se estudian nuevas medidas de seguridad
Álvaro Juanes, presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Salamanca, indica que desde su entidad se está trabajando en nuevos métodos para mejorar la seguridad en los locales: "Tenemos una mesa de trabajo semana en la que nos reunimos con la Policía Local y cada vez examinamos más opciones para mejorar las condiciones, tanto de trabajo como de calidad del servicio que se ofrece al público. En concreto estamos estudiando implementar las nuevas tecnologías para facilitar el trabajo a los rastreadores de la Covid-19 en el caso de que ocurra algún contagio. Lo que es verdad es que el ocio nocturno está trabajando muy duro para los próximos meses. Estos meses tenemos menos afluencia de público, debido a la falta de los estudiantes y la menor cantidad de turistas. Pero en los meses de septiembre y octubre volveremos a tener un gran número de clientes que querrán acudir a los locales. El objetivo es hacer las cosas bien y con seguridad. Estoy muy orgulloso del trabajo de la junta directiva.
El peligro del botellón en tiempos del coronavirus
Uno de los mayores problemas que se están encontrando las autoridades a nivel nacional es la celebración de botellones. Si en el pasado ya eran problemáticos, debido a las normativas locales que prohíben consumir alcohol en la vía pública, ahora se han convertido en potenciales focos de infecciones. Los jóvenes prefieren la libertad que les brinda un botellón, al no estar sujetos a las estrictas normas de los locales nocturnos. Los que se celebran en la calle son perseguidos por los agentes de la Policía Local, sin embargo, los que se celebran en el interior de viviendas se convierten en incontrolables.