Con más de 9.300 millones de euros depositados en las entidades bancarias, menos de una quinta parte del ahorro privado de los salmantinos está en los depósitos a plazo y con una clara tendencia a la baja
Lo depositado por parte de los clientes salmantinos en las entidades bancarias suma 3.825 millones de euros más que lo que tienen concedido. Así, lo depositado por los salmantinos en el sistema financiero asciende a 9.344 millones de euros, lo que representa un aumento anual del 3,5% interanual, según el informe del primer trimestre de este año del Observatorio Económico de Castilla y León. Lo prestado por los bancos a sus clientes alcanza la cifra de 5.519 millones de euros en Salamanca, con un ligera bajada del 0,54% en el último año.
Menos de una quinta parte del ahorro privado de los salmantinos está en los depósitos a plazo y con una clara tendencia a la baja (-19,28% interanual), al igual que sucede en el resto de las provincias de Castilla y León.
Teniendo en cuenta de los depósitos, Salamanca es una de las provincias de la región con más ahorros en las entidades financieras, por detrás de Valladolid (15.197 millones de euros), León (12.410 millones de euros) y Burgos (11.169 millones de euros). Le siguen Zamora (5.099 millones de euros), Palencia (4.799 millones de euros), Ávila (4.279 millones de euros), Segovia (4.269 millones de euros) y Soria (3.485 millones de euros).
En cuanto a lo que los bancos tienen prestado, son los vallisoletanos los que más deben (12.590 millones de euros), seguidos de los burgaleses (7.302 millones de euros) y los leoneses (6.723 millones de euros). En el lado contrario, los que menos deben a los bancos son los sorianos (1.651 millones de euros) y los abulenses (2.150 millones de euros).
Depósitos y créditos en Castilla y León
En el conjunto de Castilla y León, lo depositado por los castellanos y leoneses es superior a lo que deben a los bancos, siguiendo la tendencia iniciada en 2013. Los depósitos ascienden a 70.059 millones de euros y los créditos a 42.978 millones de euros.
El descenso que ya se había iniciado en créditos ha seguido, a la vez que los depósitos, con ligeras variaciones, se han mantenido estables. Una diferencia que, año a año, ha ido siendo mayor.