El autor muestra un universo cargado de "intensidad, de color y de simbolismo"
El ilustrador salmantino Ricardo Cavolo reinterpreta el 'Romancero Gitano', de Federico García Lorca, un libro en el que el poeta granadino simbolizó en los representantes de esta etnia "el instinto y la libertad" frente a las imposiciones de las normas de la sociedad paya que "minan la voluntad individual" y cuya idea recupera Cavolo en esta versión publicada por Lunwerg.
Como el propio ilustrador salmantino contó en su autobiografía ilustrada, cuando sus padres se divorciaron, su madre empezó una nueva relación con un hombre de etnia gitana que le aportó "una de las experiencias más positivas" de su vida por "todas las vivencias, sabiduría y perspectivas" recibidas.
Lorca y Cavolo conversan en las páginas de esta nueva edición de Romancero gitano para dar lugar a una obra que reinterpreta sus desgarrados versos casi 100 años después de su publicación, según han desatacado los promotores del libro a través de un comunicado remitido a Europa Press.
El universo particular de Cavolo, cargado de "intensidad, de color y de simbolismo", conjuga con el contenido del romancero, que trata temas profundos como la muerte y las pasiones. La obra de Cavolo propone una nueva lectura de este clásico a través de su visión expresionista.
El Romancero gitano se divide en dos bloques, un primero hasta el decimoquinto verso que contiene la particular visión de Lorca del mundo gitano, en el que los miembros de esta etnia "chocan con una realidad que no los acoge" y se ven "marginados y privados de sus derechos". La sangre y la muerte, pero también el amor y la pasión, están presentes en este bloque en el que la Guardia Civil es presentada como antagonista.
En la mitad se encuentran los tres romances dedicados a Granada, Córdoba y Sevilla, simbolizados por sus propios arcángeles, lo que divide el primer bloque en dos. Los primeros tienen como figura central a la mujer gitana, mientras que en los posteriores es el hombre quien lleva el peso de los romances, con figuras como Antoñito el Camborio.
El bloque segundo, breve y sugerente, está compuesto por tres poemas históricos que sirven al poeta para dar, en pinceladas sueltas, su versión agitanada de unos cuadros histórico-legendarios.
Asimismo, en la obra aparece "la pena negra" como un "choque entre el deseo de libertad y la muerte" que genera "una honda frustración" sin remedio ni cura, pues "no se concreta en nada", según las mismas fuentes.
RICARDO CAVOLO
Nacido en Salamanca en 1982, Ricardo Cavolo es licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca. En el estudio de pintura de su padre aprendió, según reconoce, a coger bien el lápiz para "no soltarlo desde entonces".
Es un artista que creció profesionalmente como director de Arte de agencias de publicidad. Como ilustrador ha publicado en editoriales como SM, Periférica, Limina (Italia) o Madriguera (Perú), entre otras. El punto de inflexión de su carrera llegó cuando el 'Cirque Du Soleil' le eligió para colaborar en uno de sus proyectos artísticos en España en 2010.
También ha trabajado para el AIGA (American Institute of Graphic Arts) en cubiertas de discos y carteles para discográficas como Gran Derby Records o BOA Music, y ha sido el ilustrador del músico Raúl Querido (Producciones Azul Alcachofa).
Ha expuesto en galerías como 'Mad is Mad', Espacio Valverde o Gunter Gallery. Con Lunwerg ha publicado 'Cocina Indie', 'Cocina Pop', 'Vida Indie' (con Mario Suárez), 'Periferias', 'Historia ilustrada de la música', '100 películas sin las que no podría vivir' y 'Jamfry', su libro "más personal".