De igual manera, la piel y los ojos han sufrido los efectos del confinamiento y es muy importante tenerlo en cuenta antes de exponernos al sol, ya que es posible que la producción de vitamina D no haya sido suficiente
No todas las mascarillas protegen frente a todos los tipos de radiación, por lo que hay que usar protección solar también en la piel cubierta por la mascarilla. Y siempre aplicar el protector solar al menos media hora antes de exponerte al sol, renovándolo cada 2 horas, sin descuidar zonas como orejas, nariz, calva y pies. Son algunas de las principales recomendaciones de los farmacéuticos para estar protegido en la exposición al sol en esta 'nueva normalidad' que implica el uso de mascarilla como medida de prevención ante el Covid-19.
La piel y los ojos han sufrido los efectos del confinamiento y es muy importante tenerlo en cuenta antes de exponernos al sol, ya que es posible que la producción de vitamina D no haya sido suficiente. Por eso, es necesario reforzar la dieta con alimentos que contengan esta vitamina como pescados azules, hígado, huevos o lácteos. Además, una dieta rica en frutas y verduras ayuda a prevenir los daños solares desde el interior, y es importante mantener una buena hidratación.
Por otra parte, la incidencia de rayos UV en los ojos de forma continuada contribuye a la aparición de cataratas, queratitis o conjuntivitis, por lo que es esencial protegerlos con gafas de sol homologadas, también los días nublados. Asimismo, el uso de lentes sin filtro UV, produce dilatación pupilar, aumentando la entrada de rayos UV dañinos al ojo pudiendo derivar en mareos, visión doble, cefaleas y otros síntomas.
15 consejos de tu farmacéutico para una fotoprotección integral
Refuerza tu dieta con alimentos ricos en vitamina D como pescados azules, hígado, huevos o lácteos. Recuerda que no se deben tomar por iniciativa propia suplementos de vitamina D, para más información consulta con tu farmacéutico.
Usa protección solar también en la piel cubierta por la mascarilla. Recuerda que no todas las mascarillas protegen frente a todos los tipos de radiación.
Usar lentes sin filtro UV, produce dilatación pupilar, aumentando la entrada de rayos UV dañinos al ojo pudiendo derivar en mareos, visión doble, cefaleas y otros síntomas.
Una dieta rica en frutas y verduras te ayudará a prevenir los daños solares desde el interior.
Para evitar los efectos nocivos de los rayos UV, protege los ojos con gafas de sol homologadas que puedes encontrar en tu óptica y/o farmacia.
Aplícate el protector solar al menos media hora antes de exponerte al sol. Renueva la aplicación cada 2 horas, sin descuidar zonas como orejas, nariz, calva y pies.
Es también importante mantener una buena hidratación, consume alimentos ricos en agua y toma, al menos, dos litros de agua al día.
Usa fotoprotección y gafas de sol homologadas también en los días nublados. Unas gafas de sol inadecuadas no protegen y además pueden poner en peligro tu salud ocular.
Evita la exposición al sol en las horas centrales del día (entre las 12 y las 16 horas)
También puedes utilizar fotoprotectores orales, unos complementos alimenticios que incluyen, entre otros, compuestos antioxidantes, bioflavonoides, carotenoides, vitamina C, vitamina E, minerales como el selenio, extracto de té verde, ácidos grasos omega-3 o coenzima Q10, que contribuyen a la fotoprotección celular.
Unas gafas de sol adecuadas deben proteger del UV, ser adecuadas para la conducción y presentar fidelidad del color. Unas gafas oscuras no significan mayor protección.
Aumenta las precauciones en embarazadas, niños y ancianos y evita la exposición solar en niños menores de 3 años.
Recuerda, la fotoprotección oral nunca sustituye a los fotoprotectores de aplicación tópica, sino que es un complemento que refuerza su acción. Acude al dermatólogo ante cualquier evolución en un lunar o peca.
Consulta a tu farmacéutico si tomas alguna medicación, incluida aquella que no precise receta, pues existe el riesgo de que tu piel reaccione de forma anormal durante la exposición solar. El farmacéutico te ayudará a elegir el protector solar más adecuado para tu tipo de piel.