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“Hay que ser prudentes, el virus aún está circulando”
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ESPECIALISTA EN ANESTESIOLOGÍA Y REANIMACIÓN EN EL COMPLEJO ASISTENCIAL UNIVERSITARIO DE SALAMANCA

“Hay que ser prudentes, el virus aún está circulando”

Actualizado 07/06/2020
Kiko Robles

Pilar Sánchez, vocal de Médicos de Hospital en el Colegio salmantino, comparte su experiencia como anestesista durante la crisis sanitaria del coronavirus en Salamanca

Los sanitarios acaban de ser reconocidos como premio Princesa de Asturias de la Concordia por su lucha contra el covid-19, una dedicación que ha sido imprescindible para la recuperación que vive hoy el pais.

Para conocer cómo ha sido el trabajo en Salamanca, hablamos con Pilar Sánchez Conde, vocal de Médicos de Hospital del Colegio de Médicos de Salamanca, que comparte con nosotros su experiencia. Es especialista en Anestesiología y Reanimación, uno de los servicios del Complejo Asistencial Universitario que más en primera línea ha vivido esta crisis, junto a Urgencias, Intensivos y Coronarias, entre otros.

¿Cómo ha vivido la pandemia como profesional?

Nunca imaginamos que se pudiera dar una situación de este calibre y características. Nadie estaba preparado, y hemos sufrido el miedo de enfrentarnos a lo desconocido. No conocíamos los límites a los que podía llegar el virus, ni su sintomatología, ni su letalidad. Nos parecía estar viviendo una película de terror, una situación irreal. Nos hemos sentido muy vulnerables y con una gran preocupación por nuestros pacientes, a los que queríamos ayudar por encima de todo, y por nuestras familias a las que queríamos proteger. De hecho, muchos de nosotros nos hemos alejado estos meses de los nuestros por miedo a contagiarles si contraíamos la enfermedad. Aun así, en muchos momentos he vivido esta situación con un hondo sentido de orgullo por la profesionalidad de todos los sanitarios, cuerpos de seguridad, y demás profesionales que han trabajado sin descanso por la salud y la vida de los afectados y por la vuelta temprana a la normalidad. También orgullosa de la responsabilidad cívica con la que ha respondido la mayor parte de la población, responsabilidad que debiera perdurar hasta el fin de esta crisis.

¿Es duro afrontar una situación de emergencia como la vivida estos meses?

Lo más duro ha sido, con diferencia, la incertidumbre. Normalmente uno cuenta con que los fracasos existen y los planes no siempre salen como queremos. Pero el Covid-19 ha imposibilitado que planifiquemos nada de cara al futuro en casi todas las esferas de nuestra vida. Por otra parte, hemos experimentado una preocupación sin precedentesy hemos tratado, con todos los medios disponibles, de estar a la altura que merecían todos y cada uno de nuestros pacientes. En ocasiones, nos hemos visto sobrepasados, pero hemos aunado fuerzas y hemos luchado sin descanso para afrontar esta situación con la mayor solvencia posible.

¿Cuáles eran las mayores preocupaciones que les transmitían los pacientes?

Sin duda, la soledad y el miedo a la muerte. Esta pandemia nos ha recordado la fragilidad de la vida humana, una vida humana aún más frágil cuando se encuentra marginada y recluida. Por eso, darte cuenta de que la muerte existe y no tener un abrazo ni un beso de quien has amado en vida para pasar ese trance era una preocupación constante, especialmente entre los pacientes más graves.

¿Cree que el público ha comprendido la importancia de la pandemia?

La población respondió rápida y efectivamente en cuanto recibió información acerca de la gravedad del virus. Han sido unos meses especialmente duros para todos, y entiendo que añoremos la vida que llevábamos hace no tanto tiempo. Pero hay que resistir, ser prudentes, e insistir en que el virus no está ni mucho menos extinguido. Esto no significa que haya que vivir con miedo, pero sí con precaución, para evitar que una segunda oleada acabe con más vidas y aniquile más familias, proyectos e ilusiones. Es fundamental seguir haciendo las cosas bien, tanto por parte de la población como por parte de los gestores, para no retroceder. A la población hay que transmitirle de forma clara la gravedad de la situación sin edulcorarla y explicarle con claridad cuáles son las medidas que se deben tomar.

¿Cómo de importante ha sido el trabajo de equipo entre sanitarios?

Es sorprendente la capacidad que tenemos los seres humanos para actuar como si fuésemos uno cuando tenemos un objetivo común. Eso ha ocurrido en los servicios hospitalarios, donde hemos compartido esfuerzos desde celadores y servicios de limpieza hasta médicos, enfermeras, TCAEs ? lo que ha tornado la situación en más liviana. Este trabajo en equipo se ha realizado donde ha sido necesario, tanto en las plantas Covid-19 como para aumentar la capacidad de camas de intensivos en diferentes unidades como han sido las Unidades de Reanimación, Coronarias, UVI Pediátrica, Unidad de Endoscopias etc.

Me consta igualmente que el esfuerzo y el trabajo de los equipos de atención primaria ha sido ejemplar en su unión para trabajar frente al virus, teniendo que lamentar además la muerte de dos compañeros, para los que tengo un recuerdo muy especial.

Se ha hecho un esfuerzo enorme por parte de todos los profesionales a todos los niveles asistenciales, tanto de Atención primaria como hospitalaria.

¿Se han sentido arropados por el público gracias a muestras de apoyo como los aplausos?

Desde luego que ver a la práctica totalidad de la población volcada de lleno en nuestro trabajo era, cuanto menos, gratificante. Nos ha ayudado a seguir adelante. También ha sido muy emotivo para nosotros cuando informábamos a los familiares de los enfermos, muchos de ellos muy graves, y ellos, después de darnos las gracias, nos recomendaban que por favor nos cuidásemos mucho. Nos deseaban salud y rezaban por nosotros incluso aquellos que estaban doblemente afligidos, por la enfermedad y por la soledad de sus seres queridos. Esto nos dejaba las emociones a flor de piel. Sin embargo, en el momento actual, el mejor regalo que pueden hacernos es cumplir las normas para no volver a vivir situaciones similares.

¿Numerosos estudios auguran un rebrote, está el sistema preparado?

El sistema no está preparado para un rebrote del calibre que hemos vivido, pero ahora, por lo menos, hemos adquirido ciertos conocimientos tanto con respecto al virus como de gestión de crisis sanitarias. Indudablemente nuestra capacidad de respuesta ha mejorado y esto aumentaría notablemente la eficacia y la eficiencia del sistema en caso de un rebrote. Aun así, no hay que olvidar que la mejor forma de paliar la pandemia es la prevención. De todos modos, esperemos que, tomando las medidas preventivas adecuadas, esta situación no se repita y en caso de no ser así, que sea leve y de manera transitoria.

¿Qué consejos le envía al público en general ahora que se levantan las restricciones?

Creo que estamos frente a una gran oportunidad para volvernos a preocupar por el prójimo. En cualquier caso, hay que ser prudentes, el virus aún está circulando y no podemos actuar como antes. Por eso, como consejo, yo propondría utilizar mascarilla mientras la situación epidemiológica así lo indique a pesar de las molestias que pueda causar debido a la subida de las temperaturas, guardar buenas medidas higiénicas, especialmente lavarse las manos, evitar las aglomeraciones sociales y pensar, en fin, que nuestras imprudencias le pueden costar la vida a los más débiles. Tenemos la esperanza de que se logre una vacuna efectiva en los próximos mesespero mientras tanto, no debemos olvidar que este virus ya se ha llevado demasiadas vidas antes de tiempo.

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