Aún así, la organización agraria asegura que "el diablo" puede estar en los pagos ya que los campesinos temen una campaña de precios "bajos"
La cosecha de cereal en Castilla y León puede alcanzar los 6,8 millones de toneladas este año según las estimaciones de COAG, lo que supone un incremento de un 34 por ciento respecto a la de 2019 y de un 20 por ciento, con respecto a la media de los últimos 6 años. En el caso de Salamanca la estimación es de una producción entre un 20 y un 30 por ciento respecto al año anterior.
Valladolid, Ávila y Zamora son las provincias donde se prevén producciones de cereal superiores a un 30 por ciento con respecto a la última campaña; mientras que la de Palencia, Soria y Segovia crecerá entre un 10 y un 20 por ciento, y en Burgos y León la subida será más moderada, sin sobrepasar el 10 por ciento.
No obstante, COAG ha recordado que según un informe realizado por esta organización, en los últimos 6 años analizados, la cosecha del 2017 no llegó ni siquiera a un 50 por ciento de la media y 2019 fue un año malo, "lo que hace descender considerablemente la media autonómica del último sexenio".
Aún así, la organización agraria que si se confirman los pronósticos de lluvia para los próximos 10 días "y las precipitaciones son adecuadas, no hacen daño y acompañan las temperaturas" los pronósticos pueden mejorar.
A pesar de las buenas previsiones, COAG asegura que "el diablo" puede estar en los precios ya que los campesinos temen una campaña de precios "bajos" porque las expectativas productivas a escala mundial son también muy elevadas y la "volatilidad" de los mercados, muy influidos por movimientos especulativos, "puede convertir una buena cosecha en lo agronómico en una mediocre o mala en lo económico".
"Todo ello favorecido además por la ausencia de políticas de mercado y el abandono de mecanismos reguladores impuesto por la Unión Europea", asegura COAG