Así afrontan los comerciantes de Salamanca una desescalada en la que son esenciales las medidas de protección, desde mascarillas a mamparas y elementos de señalización para garantizar las distancias
Los comercios han empezado a abrir sus puertas con el paso a la fase uno de la desescalada en Salamanca. Tras dos meses en los que la mayoría de establecimientos del sector han permanecido cerrados por la crisis sanitaria del coronavirus -sin ingresos, por lo tanto-, los comerciantes valoran de manera positiva la reapertura sin cita previa, aunque el sector mantiene la incertidumbre sobre el futuro y las consecuencias económicas de la pandemia de la Covid19. Una reapertura en la que son fundamentales las medidas de protección que garanticen la seguridad de comerciantes y clientes.
"Abrimos la primera semana con cita previa y luego ya de manera normal", pero lo que sí están percibiendo en algunos establecimientos es que "la gente sigue todavía con miedo, a día de hoy me sigue llamando para concertar hora, porque en ocasiones no saben cómo proceder". Así lo apunta Queralt Ruiz, propietaria de la marca 'By Queralt Ruiz' y a la que encontramos en su establecimiento de joyería de la calle San Justo, en el que otras medidas de protección han instalado mamparas y elementos de señalización para mantener las distancias de seguridad. "Tenemos señalizada toda la tienda, desde entrada a la salida", añade. En su caso, valora de forma "muy positiva" la reapertura "porque gusta el trato directo con la gente".
Otra de las tiendas que también ha reabierto sus puertas esta semana es Lume Gallery, de momento con un horario un poco más reducido. Su propietario, Carlos Pinilla, considera que "la recuperación va a ser lenta, eso seguro", añadiendo "hasta que no entremos en fase 2 esto no va a empezar a reactivarse".
Asegura que prefiere "ser optimista", y comparte la opinión de que hay que reabrir para que los clientes perciban que "nuestros establecimientos son seguros". Entre las medidas establecidas, además de mamparas, y al tratarse de una pequeña tienda, "solo puede entrar una persona cada vez, y en la entrada hemos colocado unos carteles informando sobre el uso obligatorio de la mascarilla, y también tenemos gel hidroalcóholico a disposición de los clientes".
Reapertura al ralentí
"La reapertura va despacito, pero vemos que hay que empezar, no hay otra manera de que la situación se vaya normalizando", apunta el propietario de la Papelería-Librería Yuste, ubicada en el Barrio del Oeste. "Aquí estamos peleando desde el 4 de mayo, aunque en principio teníamos horario reducido con cita previa, y ahora ya horario normal". El establecimiento es grande, pero no faltan las medidas de protección. "Normalmente no dejamos entrar más de 2 personas, tenemos gel, exigimos mascarilla, lo preceptivo", añadiendo que "en general la gente ha sido respetuosa, antes de que fueran obligatorias las mascarillas ya entraban con ellas".
Pero los comerciantes también apelan a la responsabilidad de cada uno de nosotros, no solo cuando accedemos a sus establecimientos, sino en cada una de las actividades que realizamos a diario. "Dan un poco de miedo los excesos de confianza que ves por ahí, esto empezó solo con una persona, así que mientras haya alguien que no respete las normas estamos en riesgo todos". "Ves escenas cuando sales por la tarde, sobre todo gente joven que no lleva mascarilla, no se dan cuenta de que a ellos a lo mejor no les pasa nada pero pueden contagiar a sus familiares, es así de duro".
Comercio de proximidad
El sector del comercio se ha visto seriamente golpeado por la crisis del coronavirus. Y, por supuesto, el comercio de proximidad, tal y como subrayan desde la Asociación Autónomos Unidos Para Actuar (Aupa). "Una de las lecciones que debemos aprender de esta cuarentena es lo importante que son los pequeños negocios, esos negocios de barrio que han estado ahí "a pie del cañón" para que no nos faltase de nada. "Los negocios pequeños aportan cercanía, sus dueños te conocen, se interesan por ti y se preocupan en darte el mejor servicio posible".