Juan Ignacio Pérez Tabernero, ganadero de Montalvo, ya ha mandado al matadero toros que no han podido lidiarse por la cancelación de las Ferias que ya tenía cerradas
La pandemia del coronavirus ha provocado el parón total de la tauromaquia. Se tambalea un sector con un volumen de negocio anual de 1.500 millones de euros. Miles de empleos quedan en el aire y con ello, la incertidumbre de miles de familias que viven única y exclusivamente de esto.
Matadores de toros, novilleros, banderilleros, mozos de espada y un largo etcétera asumen con tristeza la situación actual y con la incertidumbre propia al ver que la temporada está en el aire. Los ganaderos, por su parte, serán uno de los más perjudicados de esta crisis económica que está generando el Covid-19. Si la temporada se corta al 100%, se quedarán en el campo alrededor de 20.000 toros que se lidian en plazas y calles cada año, cuya crianza se valora entre 4.000 y 5.000 euros por animal.
El panorama es desolador, y así lo manifiestan los profesionales. Juan Ignacio Pérez Tabernero, ganadero de Montalvo, reconoce que ha tenido que mandar algunos de sus toros al matadero ante la cancelación de Ferias. "Hay decisiones que son difíciles, pero hay que tomarlas, y esta situación me ha obligado a tener que mandar ya un camión al matadero con toros que tenían que ser lidiados esta temporada. Es muy duro, sobre todo para nosotros como ganaderos puesto que son muchos años para criar el toro que buscamos, le ponemos mucha ilusión, pero así están las circunstancias y no tenía más opciones", explica.
Juan Ignacio es una persona optimista, pero en estas circunstancias, es difícil. "Veo prácticamente imposible que este año se realicen festejos taurinos porque las condiciones que se nos exigen desde Sanidad van a ser inasumibles en un espectáculo de esta magnitud".
La ganadería de Montalvo, a diferencia de la mayoría, pudo empezar la temporada 2020. Fue el pasado 9 de febrero en Valdemorillo. Un encierro lidiado por Daniel Luque, López Simón y Álvaro Lorenzo. Todo apuntaba a una temporada "ilusionante" pero todo "se ha frenado de golpe". "De momento ya me han suspendido festejos que teníamos cerrados en Perú, la Feria de San Isidro en Madrid que íbamos a volver este año, un festejo en Talavera, todo apuntaba a que lidiaríamos también en Salamanca, en Palencia, en San Sebastián? estas últimos aún están en el aire, pero francamente no creo que se puedan celebrar".
Para Juan Ignacio, esta crisis, que "va a ser mucho más grave para el sector que la de 2019", no será "la puntilla definitiva a la tauromaquia, pero un pinchazo hondo sí". "No es una estocada determinante, pero sí está haciendo mucho daño", añade.
Está convencido de que numerosas ganaderías saldrán de esto "francamente debilitadas" y que todos se verán obligados a una drástica reconversión para adaptarse a la nueva situación. "Tenemos que ser conscientes que hay que recomponernos sin apenas ayuda puesto que el Gobierno actual no es propenso a ayudar a nuestro sector. Eso es una realidad. Aquí nos tenemos que reestructurar, pero desde todos los estamentos, no solo puede adaptarse a los cambios económicos siempre el ganadero: tendrán que hacerlo los empresarios, los matadores de toros, las cuadrillas? debemos estar todos implicados. Ahora lo más importante es la seguridad y la vida de las personas y después volveremos con más fuerza, de eso no tengo ninguna duda", concluye.