La flor que nunca marchita

Es duro en estos momentos perder a alguien querido, sin poder darle ese último adiós cercano y despedirle rodeado de toda la familia. Valgan estas líneas para recordar a la tía Avelina que, con 92 años, ha fallecido en Alba de Tormes.

Hoy muchos podrían recordarla vendiendo flores y lechugas en la plaza mayor con un carro para niños junto a la Pastelería de la Madrileña, otros entregando un ramo de flores a Santa Teresa en la salida de clausura durante las fiestas patronales.

Nosotros la recordaremos como la mujer a la que jamás le importó el qué dirán, que siempre tenía alubias de gominolas en casa y que nos invitaba a comer cada 6 de enero en el Restaurante Manolín cuando éramos unos renacuajos. Después nos llevaba a buscar los Reyes donde nos hacía reír con vídeos "mudos" que grabó en casa.

Se va una mujer de armas tomar, valiente, trabajadora, lista e indómita. Siendo joven ayudaba a su familia a hacer cacharros de barro, y años más tarde no dudó en emigrar a Alemania.

Amante de la naturaleza y de los animales siempre disfrutó la compañía de Tigre, de Chita y de Giralda.

La Lina Morgan de la familia, que tanto nos hizo reír, se nos ha ido. Sólo consuela pensar que en el viaje que hoy emprende le estará esperando toda la familia: padres, marido y hermanos con los que tanto discutía y a los que tanto amaba.

Genio y figura, siempre te recordaremos.

Descanse en paz.

Tus sobrinos