Se ha abierto un intenso debate científico sobre la conveniencia de recomendar un uso extensivo, no ya para protegerse uno mismo, sino para evitar la transmisión a otros por parte de personas que estén infectadas pero que aún no han desarro
Debate abierto sobre la inclusión del uso generalizado de las mascarillas entre las recomendaciones sanitarias para protegerse del contagio por coronavirus. Por ahora, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha incluido su uso generalizado para protección individual entre la población, como sí lo ha hecho con otras como el lavado frecuente de manos, evitar el contacto estrecho con personas que muestren signos de afección, mantener una distancia de un metro aproximadamente con las personas con síntomas de infección o cubrirse la boca y la nariz con pañuelos desechables o con una tela al toser o estornudar y lavarse las manos. De hecho, este mismo lunes el organismo sanitario de Naciones Unidas recomendaba solo el uso de mascarillas en la población general en caso de personas enfermas o que cuidan a un paciente en su casa, y al mismo advertía que su uso generalizado puede provocar escasez para los profesionales sanitarios.
A lo largo de las últimas semanas se ha abierto un intenso debate científico sobre la conveniencia de recomendar un uso extensivo de las mascarillas, no ya para protegerse uno mismo, sino para evitar la transmisión a otros por parte de personas que estén infectadas pero que aún no han desarrollado los síntomas de la infección, o que tienen síntomas tan leves que ni siquiera se plantean la posibilidad de estar infectados.
La razón de este debate es la cada vez mayor evidencia de que, a diferencia de lo que sucede con otras infecciones víricas, el COVID-19 sí parece transmitirse a otros también durante la fase asintomática. Por eso que las autoridades sanitarias de diferentes países (también ahora España) están incluyendo o se disponen a incluir, con matices, la recomendación de uso de mascarillas de forma más extensiva a lo que han venido recomendando hasta ahora.
¿Cuándo es necesario usar mascarilla?
Tal y como te recuerdan desde la OCU, quien sospeche que puede usar estar infectado debería cubrirse con una mascarilla, para evitar la diseminación aérea del virus y el contagio a otras personas. Además, el uso de mascarilla u uso no exime de la necesidad de mantener el resto de medidas, muy especialmente las recomendaciones de distancia con otras personas.
Si no se tiene acceso a mascarillas homologadas, el uso de una mascarilla de fabricación casera (incluso cubrirse boca y nariz con un simple pañuelo) es preferible a no hacer nada.
Si estoy sano, ¿usar mascarilla evitará contagiarme?
Si una persona sana quiere prevenir el contagio debe extremar las precauciones y seguir las medidas preventivas aconsejadas para la población general (lavado de manos, cubrirse con pañuelo en caso de tos o estornudos, mantenerse a distancia de personas con síntomas)? el recurso a una mascarilla para prevenir contagios no está de momento incluido en los protocolos y a día de hoy ninguna mascarilla puede garantizarlo al 100%.
¿Puedo estar infectarlo y no saberlo?
Es posible que uno piense que está sano y sin embargo esté infectado, bien porque aún no ha desarrollado los síntomas o porque estos son tan leves que no inducen a sospecha: en este caso el uso de mascarillas por parte de la población sí puede tener sentido, muy especialmente cuando otras medidas de distanciamiento social sean difíciles de mantener. La finalidad de esta medida no es evitar contagiarse uno mismo, sino reducir el riesgo de que personas infectadas contagien a otros.
En España, por el momento, no existe recomendación oficial en ese sentido, si bien las últimas informaciones disponibles apuntan a que esta medida puede implementarse en próximos días, especialmente si las medidas de confinamiento vinculadas al actual estado de alarma comienzan a relajarse.
¿Qué mascarillas son útiles para quien está con un afectado?
Sí hace falta recurrir a la mascarilla si hay que entrar en contacto estrecho con una persona infectada o sospechosa de estarlo, como sucede con el personal sanitario, por ejemplo. Pero en ese supuesto hay que tener en cuenta, una vez más, que para evitar ser contagiado no vale protegerse con cualquier mascarilla. ¿Qué tipos de mascarillas hay? OCU lo explica:
Las mascarillas simples de protección contra el polvo no sirven para protegerse en ese caso.
Tampoco se aconsejan las mascarillas quirúrgicas, que actúan como barrera contra las secreciones biológicas gruesas (el esputo o la saliva, por ejemplo) pero no son tan eficaces contra la diseminación de aerosoles finos: los virus de la gripe o los virus causantes del resfriado común pueden transmitirse a través de minúsculas gotitas que todos exhalamos al hablar, toser o estornudar y que pueden alcanzar hasta un metro de distancia. Y todo apunta a que el coronavirus que el COVID-19 se puede transmitir también de esta forma, y no solo a través del contacto directo con secreciones.
Deben usarse las mascarillas equipadas con filtro, de cómo mínimo, un grado de filtración FFP2 (por ejemplo, las que se recomiendan para ser usadas por familiares, personal de limpieza de la habitación, etc.) o incluso FFP3 (para las personas que vayan a estar en contacto estrecho con la respiración del paciente, sanitarios que vayan a examinarlo o proceder a una intervención sobre él, por ejemplo).
Pero ni aun así bastaría para eliminar totalmente el riesgo de contagio: el uso de mascarillas debe acompañarse del uso de guantes y bata impermeables, y de protección ocular antisalpicaduras (las mascarillas no impiden el contacto de las gotitas en suspensión exhaladas por el paciente con los ojos).
Esta medida está justificada en un entorno sanitario mientras el virus es transmisible (hasta un máximo de 14 días después del contagio), pero no en población general sana.