Denuncian falta de medios para la desinfección de duchas y aseos, y subrayan que la caída de la movilidad está poniendo en riesgo "miles de empleos"
Establecer servicios mínimos durante el estado de alarma. Esa es la demanda de la Federación Regional de Castilla y León de Asociaciones de Estaciones de servicio (FERECLAES) ante la caída de la movilidad por el confinamiento y, con ello, el desplome de la demanda de carburantes. "Las estaciones de servicio somos consideradas un servicio esencial y, como tales, estamos obligadas a permanecer abiertas. Es lógico que así sea, porque sólo las estaciones de servicio atendidas y seguras tienen aseos que pueden utilizar los transportistas y que nuestro personal desinfecta periódicamente, aún a pesar de la falta de medios que sufrimos", apunta.
Sin embargo, como apuntan, con el descenso de los desplazamientos "no tiene ningún sentido seguir manteniendo el 100% de la oferta de suministro de carburante cuando la movilidad es apenas un 10% de la habitual y que los más de 1.000 puntos de venta que existen ahora mismo en Castilla y León estén obligados a permanecer abiertos todos los días".
Por ello, han solicitado en reiteradas ocasiones establecimiento de unos servicios mínimos que garanticen el adecuado abastecimiento de carburante de los servicios esenciales (transporte sanitario, vehículos de transporte de mercancías, de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, etc.), al tiempo que permitan a las estaciones de servicio, que así lo deseen, cerrar temporalmente hasta que se recupere la normalidad.
"El Consejo de Ministros extraordinario celebrado el pasado domingo, perdió una oportunidad de oro para fijar estos servicios mínimos en las actividades de distribución de carburante al por menor. Cada día que pasa sin adaptar la oferta de combustibles de automoción a una demanda cada vez más reducida, se está poniendo en riesgo de forma incomprensible e irresponsable miles de empleos y hace peligrar la viabilidad de cientos de pymes del sector", apuntan desde la Federación.
"Hasta el momento nuestras demandas han caído en saco roto y la Administración no ha atendido nuestras peticiones, con las terribles consecuencias que esta actitud está teniendo sobre nuestras empresas, la gran mayoría de ellas pymes, que ya se están encontrando en serias dificultades a la hora de abonar las nóminas de sus empleados del mes de marzo y a las que les resultará prácticamente imposible atender las correspondientes nóminas del mes de abril".
Insisten en que "hoy más que nunca es totalmente necesario el establecimiento de unos servicios mínimos para poder preservar miles de empleos y evitar la exposición al Covid-19 de los 4.000 trabajadores de nuestras estaciones de servicio".